Opinión

Ezequiel Fernández Moores

Periodista

Todos para uno y Messi para todos

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Foto: Kudacki/AFP/Dachary

A cincuenta días de Qatar (tocamos madera) pocas veces la selección argentina llega tan bien a un Mundial. Un invicto récord de 35 partidos, Leo Messi más veterano pero mucho más sabio y un equipo que solo creció desde que ganó la Copa América de Brasil en 2021, seguramente aliviado porque se sacó una mochila de veintiocho años sin títulos a nivel mayor.
Sin embargo, el DT Lionel Scaloni, crecido también él tras cuatro años de gestión, avisa que en Qatar habrá al menos diez selecciones con chances parejas de salir campeón. Peor aún: sabemos que si Argentina supera la fase inicial, su rival en octavos de final serían Francia o Dinamarca. Y que mejor salir primero para evitar a Francia. Pero Francia luce inestable. Podría terminar segunda en su grupo. Y repetirse el choque de Rusia.
¿Y acaso en ese cruce no sería favorita Francia, nuestro verdugo en 2018, último campeón mundial, y con Kylian Mbappé en estado de gracia? Semanas atrás, Jorge Valdano decía por la TV que a la selección de Scaloni tal vez no le falta nada. Pero tampoco le sobra nada. Es decir, puede ganar y perder no solo contra Francia, sino también contra Dinamarca. O contra Países Bajos, rival hipotético en cuartos. O contra Brasil y Alemania en semifinales. O contra Inglaterra, Portugal y la propia Francia en la final. Allí (sumando a España y Bélgica) están acaso mencionadas las diez selecciones que, como dice Scaloni, llegarán a Qatar en igualdad de condiciones. 
El largo invicto de la selección es notable. Pero la lista incluye apenas a dos rivales europeos (3-0 a Italia y 5-0 a Estonia, ambos amistosos). Y Europa ganó los últimos cuatro Mundiales. Y clasificó a los cuatro semifinalistas de la última Copa en Rusia. La selección invita al optimismo, pero nuestro habitual ombliguismo impide ver que, mientras Argentina goleó fácil a sus dos últimos rivales (Honduras y Jamaica), Brasil acaba de aplastar a dos selecciones africanas que sí jugarán el Mundial (Ghana y Túnez). Y en Europa se jugaron partidazos de ritmo notable, como Inglaterra 3- Alemania 3 y Portugal 0-España 1.
La selección llega a Qatar en estado casi ideal. Pero hay que salir de cierto panelismo de TV que analiza todo como si solo Argentina jugara el mundial. Hay rivales. Y también ellos arribarán al Golfo con su propia clave de fe y unidad. Eso sí, abre crédito una selección que juega cada pelota como si fuera la última para regalarse, y regalarle, la Copa a Messi. El famoso «todos para uno». Y Messi para todos.