4 de septiembre de 2025
A instancias del FMI, les llegó el turno del ajuste a los programas sociales. Mejor elegibilidad pidió el organismo de crédito, lo que implica menos beneficios a menos personas.

Sin privilegios. Menos cantidad de AUH y asignaciones familiares en julio. Se registró una caída de 5,7% interanual.
Por pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI) –y también por convencimiento propio– el Gobierno nacional inició el ajuste en las asignaciones familiares, la única política social que mantuvo viva hasta el momento para evitar desbordes sociales. En el interanual de julio, se registró por primera vez una caída real en el gasto en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y en asignaciones familiares. El Gobierno se comprometió con el FMI a realizar, a fin de diciembre, un recorte en el acceso tanto a la AUH como en las pensiones por discapacidad.
El acuerdo con el organismo internacional establece que habrá «mejoras de eficiencia en los programas sociales, gracias a controles mejorados de elegibilidad para las pensiones por discapacidad y la Asignación Universal por Hijo (AUH), que se ven facilitados por la integración de diversos conjuntos de datos sociales en un único registro social (finales de diciembre de 2025)».
Esta política fue, hasta el momento, el único sostén para apaciguar las aguas del ajustazo que el Gobierno libertario descargó sobre los ingresos de los hogares. En julio, el gasto devengado cayó un 1,5% interanual a precios constantes, según un estudio de la consultora Analytica. El ajuste se llevó a cabo a partir de un ajuste en los criterios de elegibilidad, que implica un recorte en la cantidad de nuevos ingresantes a la AUH sobre la nómina actual. Si se suman AUH y asignaciones familiares, en julio se registró una caída de 5,7% interanual, por menor cantidad de prestaciones liquidadas con relación a un año atrás.
En medio del feroz ajuste presupuestario, su errática política financiera y las políticas de transferencias de recursos a los sectores más ricos, el Gobierno mantuvo estratégicamente el valor real de las asignaciones a los hogares de menores ingresos. Esto le valió reducir el descontento de los hogares en mayores dificultades y, computo creativo del Indec de por medio, utilizar ese ingreso para mostrar una baja comparativa (ahora se cuenta como ingreso a las asignaciones) en la pobreza respecto del año pasado.
Sin embargo, la motosierra los alcanzó finalmente en julio, tras el nuevo acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario. También hubo otros recortes en términos reales (descontada la inflación) para mantener un ficticio superávit fiscal: Gastos en Personal (-11,4%), Asignaciones familiares + AUH (-5,7%), Programas Sociales (-35,5%), Subsidios (-26,6%) y Obra Pública (-42%), de acuerdo con el relevamiento de la consultora.

Recortes. En el acumulado de los primeros siete meses, la partida de Programas Sociales registró el mayor ajuste interanual, el 21,8%.
En el acumulado de los primeros siete meses, las partidas con mayores ajustes reales interanuales fueron la de Programas Sociales (-21,8%), Obra Pública (-47,4%) y el gasto en Subsidios (-51,9%), particularmente los asociados a la energía (-61,1%).
Decisión oficial
La recesión autoinfligida provoca una caída de los ingresos tributarios, por la vía de la recaudación sobre un menor consumo y de caída de las ganancias de las empresas vinculadas con el comercio interno. A esto se suma la pérdida de tributos por decisión oficial sin mediar un reemplazo por esos menores ingresos –algo que exige Milei en cada proyecto de mejora a jubilados, Educación o Salud– con destino a sectores de mayores recursos, como por ejemplo, la eliminación de impuesto a compra de divisas, la baja de retenciones y la exención de obligaciones patronales y para los importadores.
De acuerdo con el informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en julio los Ingresos Totales de la Administración Pública Nacional cayeron un 1,1% interanual ajustados por inflación, que se explica principalmente por lo recaudado en julio de 2024 en concepto del Impuesto PAIS suprimido a fines del año pasado.
Con relación a los Ingresos Impositivos, se registró una variación interanual negativa real del 3,1%, donde se destacan los retrocesos en IVA (neto de reintegros) de 7,5%, Rentas de la Propiedad (-40,9%) y Transferencias Corrientes al sector privado (-85,9%). En el caso del IVA, también impactaron mayores devoluciones de IVA a exportadores.
Esto derivará sin dudas, en futuros ajustes, donde la motosierra de Milei no discrimina. Valga como muestra el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad. La iniciativa implica un gasto adicional de entre el 0,25% y el 0,48% del PIB por nuevas altas en las Pensiones No Contributivas por discapacidad, según cifras de la Oficina Presupuestaria del Congreso.