5 de junio de 2022
Líder en la producción de hidrocarburos, la estatal proyecta un salto exportador mientras avanza en la generación eléctrica y en energías renovables.
NA
El grado de desarrollo económico y social de la Argentina no sería el mismo sin el siglo de historia de la petrolera estatal. La original Yacimientos Petrolíferos Fiscales, hoy YPF, aseguró la producción y distribución de suministros energéticos imprescindibles para el agro, la industria, el transporte, la minería, etcétera. Su presencia en todas las provincias federalizó esos beneficios. Y en la actualidad la compañía, la mayor del país y garante de soberanía en el sector, es empleadora directa o indirecta de miles de familias.
Más de un millón y medio de consumidores compra diariamente sus productos y servicios. Especialmente en las más de 200 localidades en las que es la única fuente de combustibles. En este rubro, la empresa con mayoría de capital estatal cubre el 51,6% del mercado (seguida por Shell, con 23,4% y Axion, con 13,3%).
Esos datos, de abril último, confirman la relevancia de YPF como soporte de la actual reactivación. Sobre todo, teniendo en cuenta que la demanda de naftas y gasoil creció más de un 25% en los últimos doce meses y un 137% frente a dos años atrás. Con lo cual los despachos totales se ubican en el nivel más elevado de los últimos diez años.
Vaca Muerta
Tras la fallida experiencia de Repsol y tan pronto como se decidió su renacionalización diez años atrás, la empresa comenzó el desarrollo de Vaca Muerta, el segundo yacimiento del mundo en recursos de gas no convencional y el cuarto en petróleo. El reservorio neuquino representa actualmente casi el 40% de la producción de hidrocarburos de la compañía.
Según se prevé, en los próximos cinco años YPF duplicará la producción de petróleo y elevará de modo significativo la de gas natural. Pasará así a desempeñar un papel clave en el proceso de descarbonización de la región, en la producción de fertilizantes y de gas natural licuado.
Incluso, como evaluó el diario británico Financial Times, la empresa podría transformarse en sustituto para las importaciones energéticas europeas, hasta hace poco provenientes de Rusia. «La Argentina se podría convertir en un rival de Australia y Qatar en el mercado mundial de GNL, en un momento donde la demanda del mismo está creciendo», sostuvo el periódico.
Pionera en la producción de Vaca Muerta, junto con socios privados estratégicos, YPF logró en poco más de cinco años una capacidad productiva y costos que en Estados Unidos llevaron dos décadas. Esto último le permitió a la petrolera nacional explicar el 55% del crecimiento de la producción gasífera registrado en la formación.
YPF continúa además explotando yacimientos convencionales, explora en la plataforma marítima, refina e industrializa gas y petróleo en sus diversas formas. Y así como se beneficiará con el gasoducto Néstor Kirchner, que comienza a construirse, algo similar se proyecta para el crudo.
La empresa inició un proyecto para duplicar la capacidad de transporte del caño que opera Oleoductos del Valle, desde la cuenca neuquina hasta Bahía Blanca, y para recuperar el Oleoducto Transandino, que dará una salida exportadora a Chile y a otros mercados a través del Pacífico.
Energía y litio
De ese modo la compañía pronto aportará su cuota en la generación de divisas. A la vez que integra en forma creciente las energías renovables a su portafolio, básicamente con parques eólicos, a fin de reducir sus propias emisiones y la huella de carbono de la cadena de valor.
En ese sentido participa con YPF Luz, que en los últimos años creció de manera sostenible hasta convertirse en uno de los principales generadores de energía del país y el segundo mayor productor de renovables.
Del mismo modo, a través de YPF Litio avanza con las provincias del noroeste en la identificación de oportunidades para la exploración, producción e industrialización del metal, dado que el país alberga alrededor del 25% de las reservas mundiales. Otra línea tendida al futuro es la de YPF Tecnología, empresa de investigación y desarrollo que lidera H2ar, consorcio colaborativo creado para estudiar el potencial de Argentina para producir, comercializar y exportar hidrógeno.