Economía

Hay alternativas

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Como cada año, desde hace ya un lustro, el Centro Cultural de la Cooperación y la Universidad Nacional de Quilmes llevaron adelante el encuentro que desde sus inicios convoca a cientos de especialistas para debatir sobre la realidad nacional.


Pastore, Heller, Cirmi y Burgos. Todos coincidieron en que existen otros modelos. (Jorge Aloy)

Organizado por el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) junto con la Universidad Nacional de Quilmes (Unqui) se desarrolló el 5º Congreso de Economía Política que este año convocó a cientos de especialistas durante tres jornadas para debatir sobre «Crisis estructural, neoliberalismo y sus alternativas».
«El gobierno ha tomado la decisión de que, a cualquier costo, va a generar una política recesiva que garantice que el déficit fiscal primario desaparezca. En consecuencia, nos presentan, para que se trate en el Parlamento, un Presupuesto donde todo lo que se va a “ahorrar” –que significa recortes de derechos–, va a ir al pago de intereses, para garantizar la sustentabilidad de la deuda externa, que es lo que el presidente fue a buscar al Fondo y este le otorgó, con la ampliación del monto total del crédito y un adelantamiento de los flujos, de los desembolsos», señaló Carlos Heller en el cierre del congreso tras reflexionar acerca de las políticas económicas que llevaron a la crisis actual. «¿Qué hizo el presidente?», se preguntó retóricamente el titular de Credicoop: «Les informó a los acreedores privados que el FMI aseguró los flujos hasta el fin de su mandato, es decir que va a cumplir a término con los vencimientos de la deuda. A cambio de eso, todos nosotros nos comprometemos a cumplirlo a base de sangre, sudor y lágrimas».
Acompañado, en la sala Solidaridad, por Rodolfo Pastore –director del Departamento de Economía y Administración de la UNQUI–, Lucía Cirmi –docente e investigadora en temas de economía feminista del CCC– y Martín Burgos –coordinador del departamento de Economía del CCC–, Heller se refirió a lo que denominó una «idea positiva y entusiasta», para luego leer la declaración del encuentro de organizaciones sindicales que tuvo lugar en el microestadio de Ferrocarril Oeste en septiembre pasado, convocado por la Corriente Federal de los Trabajadores y por el Frente Sindical para el Modelo Nacional, al que asistieron las dos CTA y 71 regionales de la CGT, donde se exigió un cambio inmediato del plan económico y se hizo un llamado para conformar un gran frente patriótico opositor. «Todos sabemos que una de las claves de cualquier proceso de construcción de una alternativa diferente tiene que ver con contar con un fuerte aporte del movimiento obrero organizado. Es muy difícil pensar una alternativa que confronte con el sistema, con las políticas neoliberales y con la globalización, que no tenga en su seno este aporte».


Kicillof. Charla descontracturada. (3Estudio/Juan Quiles)

A su turno, Pastore remarcó el trabajo articulado desde hace muchos años con el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Idelcoop y Credicoop, para luego caracterizar el modelo económico y con una visión optimista hablar de las alternativas: «Estamos en una situación muy crítica, pero de estas situaciones surgen las alternativas y las opciones concretas en los territorios y en las comunidades; y estar presentes allí y saber cómo articulamos el pensamiento económico, la economía política, las políticas económicas con esas alternativas que están surgiendo, es clave, no solo para el devenir, sino también para el tiempo presente». En tanto, Cirmi fue contundente y afirmó: «En este congreso se discutieron modelos alternativos que efectivamente existen y que demuestran que lo que estamos viviendo no es el único camino. Y estoy aquí para poner en evidencia lo que la economía feminista y el feminismo le pueden aportar a la construcción de ese modelo alternativo». Y agregó para finalizar: «La economía feminista es parte de la heterodoxia y de la perspectiva crítica de la economía, siempre cruzada con interseccionalidades, es decir, con perspectiva de clase, de etnia, de diversidad sexual».
Como uno de los organizadores del 5º Congreso, Burgos hizo un balance de las tres jornadas, para luego aseverar: «Creo efectivamente, como Macri, que no hay alternativa dentro de este modelo económico, porque las alianzas sociales que sostienen y dirigen este modelo dirigen también sus políticas económicas. No hay soluciones para este modelo, hay que pensar otros modelos. Hay alternativas que van a tener que surgir de otras alianzas sociales».

Conferencia
La apertura del Congreso –en la sala González Tuñón– estuvo a cargo del director del CCC, Juan Carlos Junio, y del rector de la Unqui, Alejandro Villar. «El tema del debate y la teoría, una vez más, resulta imprescindible, así que este congreso no es solo un encuentro entre dos instituciones fraternas con un proyecto fecundo, sino que también en estos tres días desde aquí se va a hacer un aporte importante para el debate de políticas económicas, reflejado en el programa vasto, representativo y de calidad de quienes participan de las mesas y paneles», dijo Junio. A la vez, Villar afirmó: «Tenemos que generar espacios y voces que nos permitan hoy estar pensando y debatiendo el futuro del país y, en este caso en particular, de la economía. En una época en que el neoliberalismo despliega todo su andamiaje y busca generar un pensamiento único a través de los medios, creemos que la universidad y el CCC somos actores que tenemos el deber de generar espacios de discusión como el que vamos a tener estos días en este encuentro». A continuación, la charla inaugural «La crisis del modelo financiero y las alternativas» estuvo a cargo de la diputada nacional por el FpV-PJ, Fernanda Vallejos y del economista asistente del CCC, Ernesto Mattos.


Apertura. Villar, Junio y Mattos. (Jorge Aloy)

Convertido ya en un clásico del congreso, el exministro de Economía y actual diputado nacional, Axel Kicillof, dijo presente en la segunda jornada. Acompañado por Burgos –en la sala Pugliese–, el legislador llevó adelante una caracterización del modelo financiero, su crisis, y esbozó algunas soluciones. «Este es un gobierno neoliberal convencional, tradicional, por lo tanto, anacrónico, fuera de época –sostuvo Kicillof–. Es la política económica de Martínez de Hoz y de Cavallo, con peculiaridades propias. No pensaron la política económica, no la inventaron, no era para arreglar ningún problema, y mucho menos es la revolución de la alegría, sino que es una política neoliberal clásica, implementada de una forma bastante desordenada». Sobre sus consecuencias, señaló que: «Son tres básicamente: desindustrialización, exclusión social y sobreendeudamiento, este último, endémico al modelo». Tras explicar el modelo de valorización financiera, el diputado afirmó: «Nada de lo que ocurre se escapa de lo que iba a ocurrir, la única duda cuando quedaron definidos los lineamentos centrales del programa económico era la profundidad y la velocidad a las que se iba a llegar a ese objetivo. De ahí la idea de gradualismo, que no cambia la naturaleza del programa. Y como siempre sostengo: el ritmo depende solo de la capacidad de ponerle freno, depende de la reacción social».

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