Economía | SECTOR PYME

Industria con números rojos

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Mirta Quiles

Frente a la caída abrupta de la actividad económica en los dos primeros meses del año, las pequeñas y medianas empresas registraron un descenso del 30% en la facturación. Suspensiones, vacaciones anticipadas y despidos.

Alimentos y bebidas. Las ventas del sector disminuyeron un 33% en febrero y acumulan un descenso del 35,2% en el primer bimestre del año.

Foto: Horacio Paone

Mientras Acindar, Topper, Fiat, General Motors, Volkswagen, Renault y Nissan paran su producción como consecuencia de la fuerte caída de la actividad económica, y advierten sobre una aceleración de los despidos y las suspensiones, el sector manufacturero pyme registró una caída del 30% en su facturación, a precios constantes, respecto del mismo mes del año pasado. Enero es el segundo mes consecutivo en el que la actividad fabril se retrae «confirmando una tendencia preocupante», señala la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en su Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora mes a mes, sobre la base de una muestra de 413 industrias pyme a nivel nacional.
Si bien todos los sectores manufactureros del segmento pyme tuvieron fuertes caídas en la comparación anual, los más afectados fueron «Papel e Impresiones» (-41,7%) y «Químicos y plásticos» (-35,6%). En el rubro «Alimentos y bebidas» se registró una baja del 22% anual a precios constantes en enero y del 8,7% en la comparación mensual. Por su parte, «Indumentaria y textil», se retrajo un 18,2% anual y también registró un declive del 2,3% respecto a diciembre. En síntesis, sostiene el informe, «las industrias pyme se preparan para un panorama complejo en los próximos meses. La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: la baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumada a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial».
Respecto a la baja del consumo, CAME publicó también que las ventas minoristas pyme cayeron un 25,5% anual en febrero, a precios constantes, y acumularon un declive del 27% en el primer bimestre del año, frente al mismo periodo del año pasado. En la comparación mensual, bajaron un 7,4%. Seis de los siete sectores evaluados tuvieron descensos, en comparación con el mismo período del año anterior. La mayor retracción anual se detectó en Perfumerías (-40,9%) y el único incremento estuvo en Textil e indumentaria (+3,5%). En el rubro Alimentos y bebidas, las ventas bajaron un 33,3% anual en febrero, a precios constantes y acumulan una caída del 35,2% en los primeros dos meses del año frente al mismo periodo de 2023. En la comparación intermensual, bajaron un 7,6%. En cuanto al incremento de tarifas de servicios públicos, el Gobierno informó que quitará los subsidios de las tarifas de luz a comercios, industrias y pymes, en el marco de la exposición en la última audiencia pública de los funcionarios del Ministerio de Economía y de la secretaría de Energía. «El nuevo esquema no contiene ningún tipo de subsidio a las actividades productivas», afirmó suelto de cuerpo un funcionario de la secretaría.

La luz al final del túnel
Frente a este panorama desalentador del sector manufacturero a corto y mediano plazo, en el cual, por ejemplo, en el primer mes del año, tanto la fabricación de automóviles como la producción de metales básicos y minerales no metálicos (cemento) evidenciaron bajas de dos dígitos, la pregunta que se impone es cuál será el futuro de las pymes, que destinan casi la totalidad de su producción al mercado interno, ante una fuerte recesión que se extenderá, como mínimo, durante el primer semestre del año. Con este panorama «recién en 2025 podrán empatarle al 2023», destacan los especialistas más optimistas del sector.
Daniel Cámpora, presidente de la filial Buenos Aires de la Asociación de Pequeños y Medianos empresarios (APYME), que agrupa cerca de 3.000 empresarias y empresarios, afirma que todos los sectores vinculados al mercado interno están golpeados. En su rubro, la construcción, ya se nota un parate. Y los números así lo evidencias. Con el corte en el inicio de obra, el despacho del cemento a granel cayó un 20%, el cemento en bolsa, que marca la actividad privada, también se contrajo y el asfalto (obras viales) cayó un 50%, mínimos históricos.
«El 10 de diciembre se inició un proceso que acaba con la producción nacional. De todas las medidas que está implementando el Gobierno, ninguna nos beneficia», asegura Cámpora. «A las pymes, que en un 85% vivimos del mercado interno, somos sus proveedoras, la caída del consumo nos afecta significativamente. El incremento de tarifas para algunos sectores tiene una gran incidencia en los costos, lo que hace que el traspaso a precios sea inevitable», sostiene.
−¿Pueden las pymes «sobrellevar» esta situación?
–Te cuento un caso concreto, el de un dirigente de Apyme que es proveedor del sector textil. La empresa tiene más de 120 operarios. En los últimos 60 días había mantenido sus precios. Les avisó a sus clientes un aumento de precios del 12%, no los aumentaba desde diciembre, y la mayoría le dijo que no podían absorberlo. Se reunió con todos sus operarios, les planteo esta dificultad y que llevaba como correlato una reducción de horas extras y de jornadas laborales y que, si el proceso continuaba, inevitablemente la pérdida de puestos de trabajo. Le sorprendieron dos cosas: por un lado, el bajo nivel de reacción de sus empleados. Paralelamente, es un empresario que tiene muchos años de desarrollo en la industria, ve que el futuro inmediato cada vez es mas negro y el futuro mediato si se aplican las políticas que plantea el DNU o las que estaban convenidas en la ley ómnibus, ese futuro mediato va a ser tan negro como el inmediato. En consecuencia, esta situación resta capacidad de inversión e irremediablemente conduce a la pérdida de puestos de trabajo».
En los 90 días del nuevo Gobierno ya se registran despidos, suspensiones y vacaciones anticipadas en grandes empresas manufactureras, pymes proveedoras y en el sector comercial. Sin dudas, el mayor impacto ya puede evaluarse en el sector de la construcción, que desafectó a cerca de 70.000 trabajadores por el parate de la obra pública. Sin embargo, las manufactureras no se quedan atrás, debido principalmente a la caída de la producción en los dos primeros meses del año, que oscila entre un 20% y un 40% de acuerdo al sector, como consecuencia del desplome del consumo. Por caso, en enero, la capacidad industrial utilizada del sector pyme cayó desde el 61,5% de diciembre al 45% en enero, cifras en niveles similares al 2020, durante la epidemia de covid-19.
Una de las premisas del Gobierno respecto a las políticas pyme, en la misma senda que la gestión macrista, tiene como eje el aumento de las exportaciones, la famosa «reconversión» de la que hablaba un funcionario entre 2015 y 2019. En primer lugar, no toda pyme puede exportar por su estructura de inversiones. Y en segundo, en un contexto por demás optimista: ¿alcanzan las ventas al exterior para compensar el derrumbe del mercado interno? 

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