Economía

Manos a la obra

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La escasez de personal altamente calificado se convierte en un fuerte limitante para el proceso de sustitución de importaciones. El Estado y el sector privado invierten en capacitación.

 

En recuperación. Tras la crisis se hizo evidente la pérdida de capacidades laborales, especialmente en los sectores de mayor calificación. (Martin Acosta)

Mecánicos, operadores de maquinarias y técnicos para mantenimiento de plantas son los perfiles de personal más requeridos por las empresas. En el segmento de profesionales universitarios, la búsqueda se orienta hacia ingenieros y especialistas en calidad y seguridad. La escasez de personal capacitado se presenta como uno de los principales obstáculos que deben sortear las pequeñas y medias empresas que lograron sobreponerse a la crisis de 2001-2002, cuando se destruyó buena parte del entramado productivo. Pese a la recuperación del mercado laboral, las empresas más chicas son las que más dificultades encuentran para contratar trabajadores calificados. El 75% de las pymes reconoce dificultades para cubrir sus nóminas laborales cuando se trata de especialización, de acuerdo con cifras oficiales y privadas.
En la Argentina, las pequeñas y medianas empresas representan un 60% del total de la mano de obra ocupada y contribuyen en aproximadamente un 30% al producto bruto. La creciente escasez de especialistas y mano de obra afecta las posibilidades de expansión de numerosas actividades. Una de las consecuencias de la desocupación prolongada que se vivió en el país tras la crisis fue la pérdida de capacidades laborales, especialmente en los sectores de mayor calificación y, más aún, en los que tienen un ritmo acelerado de cambio técnico. La sustitución de importaciones demanda perfiles de ingeniería, pero también de compras, para desarrollar proveedores internos que puedan abastecer a la industria.
En 2002 el porcentaje estimado de trabajadores sin aportes al sistema de seguridad social (asalariados no registrados, desocupados y trabajadores por cuenta propia) alcanzaba el 65%. «Existen todavía problemas para hallar personal calificado, principalmente en la industria de transformación. Los resultados de los planes educativos que se pusieron en marcha no son de un día para el otro. El Gobierno encaró una serie de respuestas a esa situación, como incrementar los recursos, pero las políticas de los 90 desalentaron la escuela técnica», señaló a Acción el presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), Eduardo Fernández, quien recordó que entidades educativas como la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) se quedaron casi sin matrícula. Fernández explicó que el cuello de botella se focalizó en el período 2009-2011, luego de la recuperación de la base productiva perdida y cuando se inició la fase expansiva.
La tasa de empleo no registrado pasó del máximo histórico –49,7%– alcanzado en el tercer trimestre de 2003 a 33,5% en el cuarto trimestre de 2013, presentando una caída de 16 puntos porcentuales en los últimos once años. No obstante, la herencia de los 90 en el entramado laboral todavía se hace sentir. La escasez de mano de obra calificada tiene entre sus causas la falta de vínculos entre la educación y el mundo laboral. De acuerdo con una encuesta de la Asociación del Magisterio de la Enseñanza Técnica, un gran porcentaje de los jóvenes que se inscriben en escuelas industriales no concluye sus estudios o bien se cambia a otro establecimiento con distinta orientación. El informe señala que el abandono de la carrera técnica se evidencia principalmente en el cuarto año, cuando el alumno debe optar por alguna especialización.
La recuperación de la economía planteó muy rápidamente la escasez de mano de obra en algunas ramas técnicas. Una evaluación de la Consultora SEL señala que las dos terceras partes de los puestos no cubiertos involucran requerimientos de calificación profesional, pero destaca que la escasez comienza a aparecer también en los sectores que necesitan personal menos calificado, como en la construcción. Entre los de menor calificación se encuentran los trabajos directos en máquina-herramienta, soldadura y todo lo referido a comando, servicios de atención, mantenimiento y servicio de posventa de máquinas de control numérico. También hay puestos clave vacantes en asistencia y/o comando de máquinas en electromecánica, electrohidráulica y electrónica. «Los primeros problemas se registraron en el área metalmecánica y siderurgia, por el crecimiento de la industria automotriz», señaló el titular de APYME.

 

Desempleo en descenso
De acuerdo con datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que se realiza en el Ministerio de Trabajo, «el valor observado de la tasa de desempleo en el primer trimestre de 2014 es, junto con el verificado en 2012, el índice de desempleo más bajo de los primeros trimestres desde 2003». «Entre el primer trimestre de 2003 y el mismo trimestre de 2014, la tasa de desempleo se redujo 17,2 puntos porcentuales», agrega. De acuerdo con la encuesta, en los últimos 10 años la cantidad de trabajadores con aportes a la seguridad social creció un 90%, según datos del relevamiento oficial sobre más de 2.300 empresas en ocho aglomerados del país que representan al 67% del total del empleo privado registrado en empresas de 10 y más trabajadores, excluyendo el sector primario.
«La evolución de empleo asalariado registrado es el resultado de dinámicas complejas. La evidencia muestra que, de manera habitual, alrededor de un 5% de los trabajadores se desvincula del empleo cada mes para ser reemplazado por un número equivalente, proceso que se explica en buena medida por la baja permanencia en las nuevas contrataciones», señalaron desde el Ministerio de Trabajo. Explicaron, además, que la evolución de los flujos laborales en los últimos 15 años muestra que los períodos de contracción se deben principalmente a la reducción de las incorporaciones.
La tecnificación llega a todas las ramas productivas. Conducir cosechadoras de máxima tecnología, elegir la mejor semilla y el fertilizante más efectivo, aplicar con precisión la dosis de agroquímico, manejar de manera  eficiente un rodeo y tener capacidad de mando de personal son todas tareas que requieren personal calificado. Igual situación puede verificarse en la agroindustra. «En la actualidad hay mucha demanda de profesionales en agricultura y ganadería para la pampa húmeda. La demanda está superando la oferta; las empresas están incorporando a estudiantes sin recibirse», explicó Rodolfo Golluscio, decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
La denominada mano de obra no calificada comienza a extinguirse, dado que muchas de las más elementales labores han sido afectadas por los avances tecnológicos. Un ejemplo es la industria electrónica y la petrolera. En Tierra del Fuego, de acuerdo con un relevamiento entre pequeñas y medianas empresas realizado por el gobierno nacional, el 55% de las empresas tiene una dificultad «alta» para contratar personal calificado y/o técnicos universitarios. La mayor dificultad se constata en la localidad de Tolhuin, donde el 80% de las empresas indicaron tener una dificultad «alta». En Río Grande, este problema alcanzó a un 57,1% de los encuestados, mientras que en Ushuaia rondó el 54,5%, de acuerdo con datos del año pasado. Si de personal con nivel universitario se trata, en Río Grande la cifra rondó 22,2% y en Ushuaia, un 20%. Un trabajo realizado por la consultora Manpower revela que Argentina se ubica tercera en el ranking mundial de países donde más dificultades existen para conseguir talento o personal calificado, con el 53%, detrás de Japón (76%) y Brasil (64%).

Cooperación interempresaria. De este modo las pymes obtienen economías de escala. (Carlos Carrion)

 

Programas oficiales
Pese a las dificultades en la materia, los programas oficiales para mejorar la calidad de los empleos, sumados a iniciativas privadas para incentivar la capacitación empresaria, mejoraron el perfil laboral en algunos sectores. Sin embargo, y en ese contexto, llama la atención la exportación de mano de obra calificada que tiene como destino Uruguay. El país vecino busca la asistencia de expertos argentinos y españoles en el sector tecnológico, debido a que detenta pleno empleo en el área de tecnologías de la información. De este modo, empresas de informática y la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) trabajan en un proyecto que presentarán al gobierno de Mujica para agilizar la capacitación de ciudadanos provenientes de Argentina y España, como así también facilidades para que se radiquen en territorio oriental.
Las pymes utilizan proporcionalmente más mano de obra y menos capital que las grandes empresas; es por esto que son las principales generadoras de empleo. Esto es así, también, por presentar mayor adaptabilidad tecnológica y menor costo de infraestructura. Muchas obtienen economías de escala a través de la integración y cooperación interempresaria. «Las pymes que lo requirieron pagaron cursos para formar a sus empleados. Lo paradójico es que, en los períodos de auge, las grandes empresas que se instalan en el país acaban por llevarse a los trabajadores que formamos. Esto sucedió con los analistas de software que se formaron en Córdoba. Firmas del polo tecnológico se los llevaron a todos», agregó Fernández.
En cuanto a capacitación y formación denominada «blanda», en materia de gerencia, finanzas, liderazgo o trabajo en equipo, la oferta es abundante. En la actualidad, la mayoría de las universidades e institutos terciarios ofrecen desde cursos breves hasta posgrados intensivos.
El titular de APYME se mostró optimista y señaló que «la situación comienza a revertirse por mayor inversión estatal. En algunas delegaciones nosotros estamos trabajando con el Ministerio de Trabajo en oficios y capacitación de recursos humanos».
En ese camino, desde 2003, el Ministerio de Trabajo viene realizando acciones vinculadas con la formación en el marco del plan «Más y mejor trabajo», una herramienta creada para promover la inserción laboral de trabajadores desocupados y beneficiarios de programas sociales en empleos de calidad. En tanto, su par de Industria promueve el régimen de crédito fiscal para capacitación que apoya económicamente a micro, pequeñas y medianas empresas que invierten en la formación de sus recursos humanos. Así, la subsecretaría Pyme reembolsa los gastos mediante la emisión de un Certificado de Crédito Fiscal endosable, que permite cancelar tributos nacionales como IVA y Ganancias. Con excepción del sector de alimentos y bebidas, donde es relativamente importante el uso de programas de capacitación de origen público nacional (programas del INTI y del INTA) y provincial (CFI), en la gran mayoría de los sectores conviven programas públicos y privados. También es alta la implementación de programas de capacitación de las propias empresas en los sectores de fabricación de equipos eléctricos y electrónicos y en la de servicios a la producción, especialmente transporte y logística.

Cristian Carrillo

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