Economía | TARIFAS ELÉCTRICAS

Menos luz y más rentabilidad

Tiempo de lectura: ...
Daniel Víctor Sosa

Hogares, comercios e industrias pagarán hasta cuatro veces más por el servicio que prestan las distribuidoras a 5,8 millones de clientes en el área metropolitana.

Distribuidoras. Tanto la empresa que abastece a la región sur como la que provee a la norte del AMBA triplicarán sus utilidades operativas con los incrementos de tarifas.

Foto: NA

Unos 5,8 millones de clientes de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense (80% hogares y 20% comercios e industrias) pagarán desde las próximas semanas a las distribuidoras de electricidad Edenor y Edesur tarifas hasta cuatro veces más elevadas que las actuales. Asegurarán así un salto en las utilidades operativas que, en el caso de la primera de esas empresas, este año triplicará la obtenida durante 2020 y 2021. Mientras que para Edenor, la mayor compañía del sector en términos de cantidad de clientes y de electricidad vendida, con una cobertura de mercado nacional cercana al 20%, la perspectiva es claramente positiva, como se refleja en sus evaluaciones crediticias recientes. La calificadora de riesgos Moody’s revisó a la suba las notas asignadas a las emisiones de la empresa de largo plazo, tanto en moneda local como extranjera, y fundamentó su expectativa favorable «producto del reciente aumento de las tarifas». Dicho incremento le permitirá a la compañía (del grupo local Vila-Manzano) «recuperar los erosionados márgenes de rentabilidad y mantener un adecuado perfil crediticio, aún ante el incierto marco regulatorio del sector y los elevados niveles de inflación», evaluó la calificadora.
El 15 de febrero pasado, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) emitió la resolución 102/24, mediante la cual se autorizan aumentos en torno de un 320% del Valor Agregado de Distribución (VAD), uno de los cuatro componentes de la factura; los otros son: la generación eléctrica, el transporte y los impuestos.
De acuerdo con el anuncio oficial, las boletas de luz se incrementarán hasta 150% para los usuarios de altos ingresos (N1) del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), mientras los hogares de ingresos bajos (N2) y medios (N3) deberán asumir subas de hasta 70%. El incremento real, sin embargo, será muy superior (de entre 240% y 300% para los segmentos de mayor consumo), según surge de las resoluciones que oficializaron los nuevos cuadros tarifarios de Edenor y Edesur, que redujeron de 9 a 4 las categorías de consumo y elevaron sustancialmente la incidencia del cargo fijo en el monto de la factura final. La normativa de la secretaría de Energía estableció además un sistema de actualización mensual del cuadro tarifario. Para eso se aplicará una fórmula que contempla las variaciones del nivel general de salarios, del índice de precios mayoristas y del índice de precios al consumidor (IPC).

Aumentos
Como consecuencia de los nuevos aumentos tarifarios, anticipó el informe de la calificadora Moody’s, «esperamos que la rentabilidad medida en término de Ebitda se recomponga, alcanzando niveles por encima del 15% para el año fiscal 2024». El Ebitda (acrónimo de los términos en inglés Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization) muestra el beneficio empresario antes de restar el pago de intereses por la deuda contraída, los impuestos, las depreciaciones por deterioro del negocio y la amortización de las inversiones realizadas. Ese indicador, estimó Moody’s, alcanzó durante año fiscal 2023 niveles similares a los de 2022, en torno al 5% negativo, debido a «los atrasos tarifarios registrados desde 2019 y subsiguientes, que han deteriorado de manera significativa los márgenes de rentabilidad de la compañía y su capacidad de generación de fondos».
El informe sostiene que los aumentos en el VAD de las distribuidoras de electricidad durante 2021 y la Revisión Tarifaria Transitoria al año siguiente «debilitaron considerablemente» los márgenes de ganancia de las compañías. La propia calificadora, sin embargo, muestra en su análisis que el Ebitda alcanzó proporciones del 4,7% tanto durante 2020 como en 2021.
Para justificar el tarifazo en ciernes, la secretaría de Energía señaló la necesidad de «contribuir a restablecer la estabilidad técnica y financiera de un sistema que ha sufrido décadas de desinversión y congelamiento tarifario, con consecuencias evidentes tanto en su funcionamiento como en su sostenibilidad». La repartición pública evitó la comparación de los nuevos valores con los anteriores y la difusión de un único incremento generalizado «porque hasta ahora había distintas categorías de usuarios que pagaban precios diferentes por la energía y potencia que las distribuidoras adquirían en el Mercado Eléctrico Mayorista». Precisó, de todos modos, que considerando un consumo promedio de 380 kWh/mes, en el caso de los usuarios N1, una factura de $13.900 pasará a pagar $34.332. En el caso de los usuarios N2, para un mismo nivel de consumo y periodo, pasará de $4.360 a $7.415, lo que representa una actualización del 70%; y en caso de los N3, pasará de $4.783 a $7.850. No obstante, por ejemplo, un hogar de ingresos bajos (N2) que consuma 610 kWh por mes va a pagar $30.391,2 de cargo fijo y $19.264 de cargo variable (610 kWh x $31,58). Eso significa que deberá desembolsar cerca de $50.000 sin impuestos, un 306,5% más de lo que venía pagando hasta ahora.
Y esto no es todo: el Gobierno ya adelantó que las tarifas fijadas solo «tendrán vigencia transitoria de un año». En ese plazo se prevé la revisión tarifaria quinquenal (período 2024‒2028), con nuevos aumentos «para garantizar la ejecución de inversiones que requieren de mayor tiempo de amortización y fortalecer la calidad del suministro a los usuarios».

Estás leyendo:

Economía TARIFAS ELÉCTRICAS

Menos luz y más rentabilidad

Dejar un comentario

Tenés que estar identificado para dejar un comentario.