28 de mayo de 2021
Luego de años de desmanejos que erosionaron el valor del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, a fines de noviembre pasado se volvió a jerarquizar su administración a través de la sanción de la Ley 27.574, de Defensa de los Activos del FGS, que preserva su rol estratégico para la economía argentina, en el marco de un modelo de desarrollo con inclusión social.
La norma estableció que la Reparación Histórica ya no mermará el patrimonio del Fondo (la ley de 2016 ponía como fuente de recursos al blanqueo de capitales y, en segunda instancia, al FGS), y se financiará con aportes del SIPA y del Tesoro nacional.
Durante el debate en la Cámara Alta el senador oficialista Oscar Parrilli señaló que «acá no hubo ninguna reparación, el blanqueo fue para solucionar un problema de muchos empresarios que tenían plata en negro».
El subdirector de Operación del Fondo, Lisandro Cleri, advirtió por su parte que esa garantía de sustentabilidad del sistema podría «desaparecer en siete o diez años» si se utilizan sus insumos para pagar la Reparación Histórica.
La ley vuelve a priorizar la inversión en proyectos productivos, a través de la creación del fondo fiduciario público denominado «Programa de Inversiones Estratégicas», dotado de 100.000 millones de pesos.
Además, se estableció que el FGS asistirá financieramente el pago de los beneficios de jubilados y pensionados, con el fin de compensar el impacto en los recursos previsionales ocasionados por la pandemia de COVID-19 durante 2020.
Por otra parte, la ley habilitó a las provincias a refinanciar los contratos de préstamos suscriptos con la ANSES. A través de la norma, 21 de las 24 jurisdicciones (las excepciones son Córdoba, San Luis y Santa Fe) podrán rediscutir en un plazo de ocho meses sus deudas con el organismo.
Se creó además el Fondo de Afectación Específica para la Recuperación, la Producción y el Desarrollo Argentino, integrado con los honorarios que perciban los funcionarios públicos directores de las sociedades, fideicomisos o fondos comunes de inversión donde el FGS tenga participación accionaria.
Cabe recordar que la ANSES es accionista minoritario de más de 40 grandes empresas privadas, desde que asumió el patrimonio de las exAFJP (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones). Entre esas compañías figuran: YPF, Edenor, Telecom, Pampa Energía, Molinos Río de la Plata, Transener, Aluar, Sociedad Comercial del Plata, Metrovías, Irsa, Ternium y los bancos Galicia, Supervielle, Macro, Patagonia, Hipotecario y BBVA Francés.
