Pese a que funcionarios del gobierno anuncian el fin de la recesión, los datos difundidos acerca de todos los rubros de la economía indican lo contrario. Crecimiento de compras al exterior, caída de las exportaciones y evolución del consumo interno.
10 de mayo de 2017
Apuesta. Con impulso a la obra pública intentan apuntalar la actividad de la construcción. (Jorge AloyY)
Los datos de la economía local no lucen auspiciosos, sin embargo, el gobierno nacional insiste en que la Argentina transita por el camino correcto. Lo cierto es que la economía continúa sin dar señales de recuperación. El sucesivo incumplimiento de los pronósticos oficiales –«lluvia de inversiones», «venturoso segundo semestre», «brotes verdes»– disminuye el crédito ciudadano, mientras que el macrismo descarta introducir modificaciones a la política económica. El presidente lo dejó en claro cuando afirmó que «no hay Plan B».
En ese marco, los funcionarios se esmeran por generar expectativas positivas, incluida la conferencia de prensa del ministro de Hacienda anunciando el final de la recesión. El argumento de Nicolás Dujovne fue que «en el cuarto trimestre la economía se expandió respecto del tercer trimestre de 2016. Es el primer trimestre en el que la economía crece respecto del precedente, después de cuatro trimestres de contracción. Fue un crecimiento muy sólido. Pensamos que ese es el inicio de un proceso muy sostenido de crecimiento».
Estas declaraciones fueron desmentidas, unos días más tarde, cuando se difundió el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). En efecto, los números del Indec mostraron una caída interanual del 2,2% en febrero. La industria continúa siendo el sector más afectado (−7,1%), escoltada por la actividad comercial (−4,9%). Las estadísticas de la Unión Industrial Argentina (UIA) son aún peores. La entidad gremial empresaria estimó un retroceso del 9% interanual en febrero. El único dato positivo es alguna recuperación, luego de quince meses consecutivos de caída, en la construcción. Las ventas de cemento crecieron 6,1% interanual de la mano de una mayor actividad en la obra pública. A su vez, la cantidad de puestos de trabajo creció 3,1% interanual, según los datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric). No obstante, los números son positivos porque la base de comparación es muy baja. El año pasado, la construcción se derrumbó un 12,70%. Por caso, la cantidad de puestos de trabajo actuales (381.052 puestos) continúa siendo bastante inferior a la registrada en el último mes completo del mandato de Cristina Fernández de Kirchner (noviembre de 2015: 416.150 puestos).
Cuentas externas
Los números de la balanza de pagos tampoco son positivos. El año pasado, Mauricio Macri manifestó: «Queremos exportar más, exportar productos con valor agregado, que tengan trabajo argentino y que el trabajo argentino llegue al mundo». Sin embargo, el saldo de la balanza comercial no está en línea con las pretensiones presidenciales. El último dato difundido por el Indec indica que el déficit comercial ascendió a 941 millones de dólares en marzo. Ese rojo es un 243% más alto que el año pasado.
La principal causa de ese deterioro está dado por el fuerte incremento de las importaciones (+16,2%). El mayor crecimiento de esas compras al exterior estuvo explicado por los bienes de consumo (+19,8% en cantidades y +23,4% en valor). Un informe de la Consultora Radar precisa que «las importaciones de productos terminados volvieron a crecer a niveles elevados, a pesar de que el primer trimestre del año pasado fue una base de comparación alta. El consumo privado sigue sin recuperarse: el repunte de la inflación, la quita de las cuotas sin interés y las compras de turistas argentinos en el exterior que sustituyen ventas en el mercado local son las principales causas».
En el primer trimestre de 2017, las importaciones de calzados crecieron un 40%, los textiles 66%, los equipos de iluminación 77%, las heladeras 37%, las de carne porcina 100%, siempre en términos interanuales. Por su lado, las exportaciones apenas crecieron 2,3% interanual (en valor) en marzo. Las ventas externas de los productos de las economías regionales mostraron fuertes retrocesos: lácteos (−11,8%), azúcar (−20%), pieles y cueros (−13,4%) y frutas secas y procesadas (−16,7%). En el primer trimestre del año, las exportaciones apenas crecieron 1,7% interanual (en valor). En cantidades, las exportaciones retrocedieron 4% en el mismo período.