Política | ELECCIONES 2025

A paso lento

Tiempo de lectura: ...
Demián Verduga

Es incierto el destino de las primarias abiertas en el proceso electoral de medio término. Los argumentos del oficialismo para suspenderlas y las disputas peronistas enfocadas en el eventual desdoblamiento bonaerense.

Agosto de 2023. Las últimas PASO realizadas para las presidenciales.

Foto: Guido Piotrkowski

A veces ocurre: hay un tema en el que fuerzas políticas que están enfrentadas de modo acérrimo confluyen. Alguien podría definirlo como un consenso y hasta cierto punto lo es. Sin embargo, no se forja con la idílica imagen de «los argentinos sentados alrededor de una mesa para ponerse de acuerdo». Es un consenso que emerge por la confluencia de intereses y no por una mateada con guitarra.

Es lo que está ocurriendo con la suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para las elecciones legislativas de este año. Todavía no está dicha la última palabra, pero todo indica que el proyecto para saltearlas tendrá el respaldo necesario. ¿Por qué se produce esta confluencia? ¿Qué sucede en cada espacio político?

El argumento que inventó el presidente Javier Milei para proponer la eliminación de las primarias fue que son demasiado caras. Gastar 150 millones de dólares en esa elección «es un despilfarro» en medio del «ajuste más grande de la Historia». Algunas comparaciones demuestran que el argumento es una pantalla. Por ejemplo: Argentina le comprará a Dinamarca, por pedido de Estados Unidos, aviones de guerra F16 usados. La operación costará 700 millones de dólares, con lo que podrían financiarse cuatro elecciones y, aun así, sobrarían recursos.

Demolición
La motivación política real del Gobierno es que de esta forma Milei termina de demoler a Mauricio Macri y de quedarse con el PRO. Una de las cartas que Macri quería jugar este año era proponer un frente común con La Libertad Avanza (LLA) y llevar sus propios candidatos en una primaria. La estrategia apuntaba a que el electorado antiperonista que hoy respalda mayoritariamente a Milei tuviera la posibilidad de votar al oficialismo a través de figuras del macrismo. El partido fundado por el hijo de Franco podría de este modo hacer una demostración de fuerza sin sacar los pies del plato, ganar poder en el Congreso y tener al presidente arrinconado.

La Casa Rosada desplegó su respuesta. Su estrategia fue la cooptación de dirigentes del PRO que tienen votos, empezando por Patricia Bullrich. El último pase fue el del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. En la misma línea de acción, se inscriben las últimas reuniones con Diego Santilli, quien por fin logró que le abran la puerta de la Rosada. Lo consiguió después de haber estado meses pidiendo, como una mascota que está esperando que le conviden comida al lado de la mesa.

A Macri le gustaría que los dirigentes de su partido tuvieran la vocación de conservar una identidad propia y de competir dentro de una alianza con LLA. Sin embargo, lo que realmente ocurre es que los referentes amarillos creen que su único destino posible es decirle «Ave, César» a Milei, como hacían los gladiadores con el emperador en el Coliseo Romano.

La derrota de Macri es total. Esta semana tuvo que resignarse y ordenó a los pocos diputados que todavía le responden que respalden la suspensión de las PASO. Una posición distinta lo habría dejado más solo de lo que ya está.

PRO. La cúpula del partido amarillo reunida el 31 de enero: estrategia sin definición mientras apoyan al Gobierno.

Foto: @proargentina

Diferencias peronistas
En Unión por la Patria hay posiciones enfrentadas. Hay provincias que tienen una añeja tradición de utilizar las PASO. Santa Fe, por ejemplo, tiene un sistema de primarias abiertas para los cargos locales desde hace mucho tiempo, antes de que se comenzaran a utilizarse a nivel nacional. Es un hábito político arraigado. Si se suspenden a nivel país, la provincia puede conservarlas para la cuestión local, pero no es lo mismo. 

Otros sectores que están a favor de mantener las primarias son los dirigentes de territorios en los que el peronismo es oposición al gobernador. Allí, como suele ocurrir cuando se pierde, hay una disputa por la conducción. Las PASO son un instrumento que permite medir quién tiene más votos dentro del planeta peronista.

Del otro lado están los gobernadores. La mayoría de ellos no quiere primarias. La suspensión les daría más discrecionalidad a la hora de armar las listas para cargos nacionales y provinciales. Al no existir la posibilidad de competir por dentro, las opciones son romper o aceptar la lapicera del cacique mayor.

Ese tironeo se libra también en la provincia de Buenos Aires, de gran peso demográfico. El medio centenar de intendentes que están alineados con el gobernador Axel Kicillof quiere desdoblar la elección, es decir, que se voten legisladores y concejales provinciales antes de octubre. Para lograr este objetivo, es necesaria la suspensión de las primarias nacionales. ¿Por qué? La ley de PASO bonaerense dice que la provincia debe celebrar sus primarias el mismo día en que se realizan las nacionales. Por lo tanto, si no se suspenden las PASO a nivel país, no hay forma de que el calendario permita desdoblar la elección bonaerense. Puede sonar intrincado y en parte lo es. El verdadero debate en el peronismo bonaerense no es por las primarias, sino por el desdoblamiento.

En contra de separar las elecciones, están la expresidenta Cristina Fernández, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Los argumentos son diversos, pero hay uno central: si se votan antes los cargos provinciales, se corre el riesgo de que los intendentes pongan toda su fuerza en la elección local y descuiden la nacional. Es lo que dice Massa, quien da como ejemplo lo que pasó cuando él fue candidato presidencial y la mayoría de los gobernadores separaron su destino político de la contienda nacional.

Del otro lado, argumentan que separar la elección permite que se debatan temas locales por fuera de la cuestión nacional y, de ese modo, defender la gestión de Kicillof.

De fondo está el armado de las listas locales. Con la elección separada, es más fácil tensar la cuerda en la negociación con La Cámpora y tener bajo la manga la carta de ir a la contienda con listas separadas. Esa jugada sería mucho más compleja en una elección simultánea con la nacional, a la que se suma la posibilidad de que Cristina Fernández encabece la nómina de diputados nacionales.

En el radicalismo y en el bloque de Miguel Ángel Pichetto tampoco hay una postura común. Los radicales con peluca no se harán un tratamiento capilar para recuperar la cabellera propia. Se alinearán con Milei en un tema que la Rosada considera estratégico. Por su parte, los boinas blancas del bloque Democracia para Siempre aún no definen posición. 

Para suspender las PASO hacen falta 129 votos, haya 257 o 131 diputados en la sesión. No alcanza con la mitad más uno, porque es un tema electoral y precisa de una mayoría especial. Por eso es que resulta tan difícil que sea aprobado sin el respaldo de al menos una parte del peronismo.

La mayoría de las corrientes del río conducen a la suspensión. Habrá que ver si la tendencia se consolida.

Estás leyendo:

Política ELECCIONES 2025

A paso lento

Dejar un comentario

Tenés que estar identificado para dejar un comentario.