26 de mayo de 2024

Franco Mizrahi

Los conflictos en la Corte Suprema continúan. Lorenzetti enfrentó a Rosatti y criticó a sus pares. Quién es Diego Seitún, el secretario especial recién designado.

Se desató una nueva disputa de poder en la Corte Suprema de Justicia. Ricardo Lorenzetti apuntó contra su colega y presidente del Tribunal Superior Horacio Rosatti por «nepotismo» y «ambición de poder». El conflicto interno escala mientras el Gobierno de Javier Milei busca designar a dos nuevos integrantes, lo que cambiaría las relaciones de fuerzas vigentes en el Alto Tribunal.

El disparador del nuevo cruce entre supremos fue la designación por parte de Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda del abogado Diego Seitún –proveniente de los estudios de la city porteña ligados con el establishment– como secretario penal del máximo tribunal del país. Lorenzetti cuestionó en muy duros términos la decisión y consideró que no debiera hacerse ninguna reorganización hasta que no ingresen los dos candidatos a la Corte propuestos por Milei: Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Adjudicó la maniobra al deseo de Rosatti de «ocupar espacios de poder interno».

El nuevo conflicto estalló el pasado viernes 17 cuando Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda crearon la Secretaría Penal Especial para derivar algunas de las causas que estaban en la Secretaría Judicial Nº3, que se encarga de los casos penales. Es decir, partieron la histórica secretaría penal que estaba encabezada por Fernando Arnedo, un hombre cercano a Lorenzetti.

El argumento fue que se produjo un cuello de botella en materia penal y se necesitaba una nueva dependencia. La tensión escaló porque la tríada trasladó a Arnedo a la nueva secretaría «especial» para que allí aborde los casos de «juicios de lesa humanidad, competencia originaria, recursos por retardo o denegatoria de justicia y hábeas corpus» junto con los que estaban en la Secretaría de Relaciones del Consumo (donde se encuentra la causa del «Correogate», por ejemplo).

El resto de las causas penales –que son mayoría– seguirá en la Secretaría Judicial Nº3, que quedó a cargo de Seitún, quien fue designado el último martes vía la Acordada 19/2024 que Lorenzetti no firmó. La llegada de Seitún se adjudica a Rosenkrantz.

En disidencia

En la Acordada 18/2024 Lorenzetti dejó escrita su postura sobre la decisión de sus colegas. El documento en que se crea la Secretaría Penal Especial tiene 15 páginas, de los cuales 12 son del voto en disidencia del expresidente de la Corte.

¿Qué dijo Lorenzetti? Que la reorganización interna fue una maniobra espuria para nombrar funcionarios y crear cargos de modo nepotista, que es resultado de la ambición de poder de Rosatti. El expresidente de la Corte, que pretende recobrar el poder que perdió, acusa a su colega de crear numerosos puestos, desplazar a quienes señalaron irregularidades como el exadministrador Héctor Marchi, bloquear la resolución de casos trascendentes y encubrir a Silvio Robles –su mano derecha– y a Maqueda en las investigaciones que los involucran por manejos de expedientes sensibles y desmanejos en la Obra Social del Poder Judicial, respectivamente. 

«La invocación de principios de buena administración o gestión no logran iluminar la oscuridad de los intereses que inspiran una serie de decisiones de los últimos tiempos en materia de superintendencia de esta Corte Suprema. Es lo que ocurre cuando la excelencia es desplazada por la ambición», comenzó su voto Lorenzetti. Luego dijo sentir «verdadera tristeza por el estado de situación de esta Corte».

Sostuvo que sus pares «designa(n) personal con cargos de funcionarios, sin concurso, en base a la amistad o el parentesco». Y que «hay demoras en los fallos y una acumulación de expedientes y que eso se debe a la falta de gestión en los acuerdos de ministros», es decir, al accionar de Rosatti que como presidente administra la reunión de acuerdos. 

En otro pasaje de su disidencia, Lorenzetti comparó a Rosatti con Julio Nazareno, el presidente de la Corte menemista, por autovotarse titular del Tribunal Supremo. El paralelismo no fue azaroso. Nazareno renunció en 2003 cuando se inició un jury en su contra.

Rosatti hizo circular una respuesta extraoficial en la que rechazó la acusación de Lorenzetti. Respecto a la demora de las causas, se hizo trascender que «se debió a que el propio ministro Lorenzetti impuso durante casi dos años cupos mensuales por Secretaría, lo cual debió ser prohibido por la Corte mediante la Acordada 14/2023» y que «Lorenzetti no se encuentra exento de demoras en la votación de causas». En esa circular extraoficial se defendió la creación de la nueva Secretaría Penal Especial. Se dice que es razonable y necesaria.

Para Lorenzetti, «la real intención» de la partición de la secretaría histórica «es que los casos penales importantes queden bajo la gestión de un secretario que responda a directivas que no se publican».

Casos de peso

En este contexto asume Seitún, quien se quedará con la mayoría de los casos penales que hay en la Corte, muchos de los cuales son de peso político e interesan a Cristina Fernández, Mauricio Macri y Javier Milei. Es decir, administrará los tiempos de esos expedientes. 

Entre los referidos a la expresidenta se destacan «Dólar Futuro», que está cerrada pero la Corte podría reabrir, donde fueron involucrados CFK y el gobernador bonaerense Axel Kicillof; «Hotesur-Los Sauces» y «Memorando con Irán», que fueron reabiertos por la Casación cuando habían sido cerrados por tribunales de juicio, lo que fue recurrido a la Corte; y diversos incidentes de «Cuadernos». Entre los expedientes que interesan a Macri resaltan el «Correogate», «Paseo del Bajo» y «Autopistas», donde se investigaron las renegociaciones leoninas de los accesos Norte y Oeste.

También hay causas emblemáticas sobre la corrupción del Gobierno menemista, gestión que tanto pondera Milei. Entre ellas se destaca la causa «Sobresueldos», donde el expresidente Carlos Menem y el exministro de Economía Domingo Cavallo fueron condenados por el pago de sobresueldos a funcionarios entre 1989 y 1999 y cuya condena fue recurrida ante el Alto Tribunal. Se suman la causa del contrabando de armas a Croacia y Ecuador; la causa «IBM-Banco Nación» y la de la venta del predio de La Rural. Menem falleció el 14 de febrero de 2021, pero Cavallo sigue activo. Tiene a su socio y a su hija vinculados con el Gobierno de Milei.

Establishment

Diego Seitún llega a la Corte desde el estudio Durrieu Abogados. Se trata de un bufete fundado por Roberto Durrieu, exsubsecretario de Justicia del dictador Jorge Rafael Videla. Varios de los integrantes de Durrieu están vinculados con el conservador Colegio de Abogados de la calle Montevideo, al que, por ejemplo, también está relacionada la vicepresidenta Victoria Villarruel.

Según su página web, el estudio Durrieu Abogados es miembro de la AmCham, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina que manifestó en un comunicado su preocupación por los candidatos a la Corte propuestos por Milei. Rosatti tiene un vínculo fluido con la AmCham. Lorenzetti apoya la postulación de Lijo para cambiar las relaciones de poder internos.

Seitún estudió en la Universidad Católica Argentina y la Universidad Austral y proviene de los estudios de la city porteña ligados con el establishment como el Estudio Durrieu y el Estudio Béccar Varela. Desde 2015 se encuentra en Durrieu Abogados. 

Al menos hay tres causas en las que Seitún intervino como abogado y están en la Corte: el caso sobre la venta del predio de La Rural; el de los préstamos que el Banco Nación realizó durante la gestión de Macri a la empresa Vicentin; y el de un particular que denunció la utilización de cheques a su nombre. Si alguno de esos casos llega a sus manos deberá excusarse.

Compartir