7 de julio de 2021
La necesidad de procurar un adecuado abastecimiento de carne vacuna al conjunto de la población se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los funcionarios gubernamentales. Las medidas adoptadas para evitar el alza de los precios están siendo fuertemente cuestionadas por los grandes productores y los frigoríficos que defienden con uñas y dientes el libre funcionamiento de un mercado oligopólico y concentrado. El fenómeno no es novedoso. En 1934 el senador demoprogresista Lisandro de la Torre promovió la creación de una comisión especial que investigara si los precios que pagaban las grandes empresas del sector guardaban relación con los que obtenían con sus ventas al exterior. Tras unos pocos meses de labor, la comisión logró demostrar que los frigoríficos obtenían grandes beneficios, evadían impuestos y liquidaban divisas en el mercado libre.
Desde 1946 a 1955, el peronismo motorizó la participación del Estado en la economía. El Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio (IAPI) era el único comprador de cereales, oleaginosos y carnes en el mercado interno y el encargado de su venta en el exterior, en el favorable contexto de la posguerra. Con la reconversión liberal de la llamada Revolución Libertadora la industria frigorífica –que no se había modernizado– comenzó a dar muestras de debilidad. En un lento proceso, las viejas empresas que operaban en el país se fusionaron, se vendieron o quebraron.
Durante la última dictadura militar la liberalización cambiaria provocó un descomunal descalabro. La Junta Nacional de Carnes (JNC) restringió sus funciones a un mero control y quedó al margen de cualquier operación mercantil. Fue el Gobierno de Carlos Menem el que le asestó el golpe final a la JNC al disponer su disolución y la distribución de la cuota Hilton quedó a cargo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. A partir de entonces, el Estado fue un mero espectador de los negocios privados del sector y cuando se decidió a intervenir tropezó con la insurrección de las patronales campestres.
