Política | PACTOS FRÁGILES, TENSIONES FUERTES

Cuenta regresiva bonaerense

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Lucía Aisicoff

Panorama de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre. El peronismo logró acordar listas conjuntas y La Libertad Avanza cooptó dirigentes del Pro sin resignar la «marca».

Unidad. Massa, Kirchner, Kicillof en una imagen de archivo: consenso para que en las listas estén representados todos los sectores.

Foto: NA

Los principales espacios políticos alcanzaron los acuerdos esperables durante el cierre de alianzas en la provincia de Buenos Aires. El peronismo irá unido y los libertarios sumaron a los principales dirigentes del PRO. Sin embargo, las tensiones siguen latentes. El escenario de cara al 7 de septiembre, fecha en que se elegirán legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares, quedó trazado con nueve alianzas formales, aunque con más dudas que certezas respecto a cómo se resolverá la confección de las listas.

El peronismo, que desde hace meses atraviesa una interna endogámica concentrada en la provincia, se enfocará en retener su bastión en un país al que temen volver a ver pintado de violeta en octubre. Acaso por eso, los principales dirigentes lograron lo que hace algunos meses parecía improbable: una foto de familia. Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner acordaron, con la supervisión de Cristina Fernández desde su departamento porteño en San José 1111, conformar un frente común: Fuerza Patria. Aunque la mayoría de sus segundas líneas decidió dejar de hablar de «unidad» para referirse al armado de «listas conjuntas», se alcanzó un equilibrio. El acuerdo es endeble, pero todos coinciden en que llegarán unidos a la elección nacional. La Junta Electoral del frente sintetiza la lógica de un reparto en tercios: Carlos Bianco por Kicillof, Leonardo Nardini por el kirchnerismo y Rubén Eslaiman por el massismo.

En el reparto final también deberán ceder espacios a otros partidos ahora incorporados a la alianza, como el Frente Patria Grande, de Juan Grabois, Principios y Valores, de Guillermo Moreno, más los aliados históricos, gremios y movimientos sociales.

El entendimiento buscó acomodar el armado de listas de septiembre y anticiparse a la discusión de octubre. La clave de los principales actores fue fijar las reglas del juego: el reglamento interno, la representación legal y un reparto inicial de espacios. Todavía no hay nombres confirmados y la mayoría da por hecho que las discusiones se desarrollarán hasta el 19 de julio, la fecha límite para definir las candidaturas. «Dejemos las diferencias para después», blanqueó Kicillof unos días antes de cerrar el pacto, lo que algunos interpretaron como un mensaje de paz y otros como una confirmación de que luego de octubre retomará su camino de emancipación.

LLA. Montenegro, Santilli, Ritondo, Milei, Pareja, Menem: un frente que lleva el nombre de uno de sus integrantes.

Foto: @LLibertadAvanza

Amarillo desteñido
En la vereda de enfrente, la oposición provincial cerró un acuerdo que también estuvo lejos de ser armónico. Los libertarios sumaron al PRO bonaerense, aunque desde una posición dominante, en una actitud que se asemeja más a la cooptación de dirigentes que a una alianza entre partidos. El nombre del frente, La Libertad Avanza, refleja cómo están planteados los roles. El cierre estuvo a cargo de Sebastián Pareja por los libertarios, y Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro por el PRO. Mauricio Macri lo siguió desde una platea exclusiva del MetLife Stadium en Nueva Jersey, donde viajó a ver la semifinal del Mundial de Clubes entre Chelsea y Fluminense. Ritondo, su delegado, lo mantuvo al tanto de las negociaciones contrarreloj, que básicamente consistieron en que los intendentes del PRO se alinearan o quedaran afuera. Hasta el último minuto hubo dudas respecto a qué posición tomarían algunos de los más cercanos a Mauricio y Jorge Macri, como Soledad Martínez (Vicente López), quien finalmente logró cerrar un acuerdo con Juan Palomino, la figura libertaria ascendente en su distrito. Otros aceptaron a regañadientes, en un escenario signado por la desconfianza, que podría trastocarse de acá al cierre de listas. El día después de formalizar el acuerdo, Ritondo se refirió al fracaso de las negociaciones en la Ciudad de Buenos Aires y abrió la puerta a una alianza para octubre: «Ganamos todos los que queremos un cambio. El PRO aporta gestión y experiencia, y La Libertad Avanza trae la fuerza de las nuevas mayorías», dijo el presidente del PRO bonaerense, en una declaración que incrementa la tensión interna entre los dirigentes que todavía no abandonaron el partido amarillo.

Sorpresas
Además del peronismo y los libertarios en su alianza con el PRO, los 14 partidos que se autodenominan de «centro» lograron materializar un acuerdo. Irán con el nombre Somos Buenos Aires, en una alianza que contempla, entre otros, a la UCR, la Coalición Cívica y el GEN, con el objetivo de brindar una oferta a quienes no se sienten representados por el oficialismo bonaerense y tampoco por el nacional. También hubo dos sorpresas que podrían comer votos a la centroderecha: se anotó el frente Avanza Libertad, inscripto por exaliados de José Luis Espert, que llevará el mismo logo y colores que en 2021, y también se anotó Potencia BA, a cargo de la exmacrista María Eugenia Talerico. El resto de los nueve espacios inscriptos fueron Alianza Potencia, Nuevos Aires, Es Con Vos Es Con Nosotros, Frente de Izquierda y Espacio Abierto para la Integración y el Desarrollo Social.

El primer test será el 7 de septiembre, fecha en la que se renovarán 46 bancas en Diputados y 23 en el Senado bonaerense, además de cargos locales en los 135 municipios. De las ocho secciones electorales que tiene la provincia, muchos posarán sus ojos en la Primera y la Tercera Sección, donde se concentra el grueso de los votos y donde se librará la mayor batalla interna por la sucesión del peronismo. Se espera que Cristina Fernández, inhabilitada para competir como candidata, finalmente ceda su protagonismo en la Tercera a un dirigente de La Cámpora, una decisión que podría reactivar los históricos conflictos con los intendentes que ahora orbitan el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) para diferenciarse del Instituto Patria.

La elección de septiembre será una instancia determinante para el armado de octubre, y este último podría reconfigurar el mapa de alianzas rumbo a 2027. La unidad del peronismo está bajo tensión y los dirigentes de distintos sectores empezarán su propia carrera. El PRO, herido, buscará reacomodarse. Y los libertarios, con el poder nacional en la mano, van por un intento de consolidación territorial, de la mano del «purismo» que pregona Karina Milei.

Durante el cierre de alianzas, los principales espacios lograron su cometido y jugaron para no perder; el día después de la elección se abrirá un escenario distinto.

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