Política

El poder del territorio

Tiempo de lectura: ...

Con la mira en las elecciones legislativas del año próximo, los jefes comunales intentan fortalecer posiciones hacia dentro del justicialismo para incidir en las definiciones de las listas, el rumbo del partido y la relación con el gobierno de Vidal.

Todos juntos. Los mandatarios reunidos en Lobos en búsqueda de la unidad. (Télam)

 

En épocas de reacomodamiento de fichas y necesidades compartidas, el peronismo bonaerense busca limar asperezas y volver a las bases de su peso territorial. Ya sin una conducción nacional ni provincial ordenadora, los intendentes del Partido Justicialista recobraron protagonismo, parados sobre lo que supieron ganar o refrendar en las urnas, en medio de una provincia gobernada por el PRO.
Luego del duro golpe que en diciembre significó haber perdido su bastión histórico, los más de 50 jefes comunales que el PJ tiene en el distrito comenzaron a reunirse por afinidades, objetivos y criterios a la hora de tejer alianzas. Así nacieron los grupos Esmeralda, Fénix, Patria y El Establo.
Ahora los alcaldes buscan tender puentes para consolidar un espacio común que pueda hacer frente al macrismo y condicionar el rumbo del massismo. En el horizonte aparecen las elecciones legislativas de 2017, pero hay un factor de unidad más inmediato y bien concreto: la negociación con la gobernadora María Eugenia Vidal por el presupuesto del año próximo. Desde que asumió Vidal, los intendentes pejotistas se vienen quejando de que no reciben los fondos necesarios para continuar o poner en marcha las obras públicas ya acordadas, mientras ven cómo sus pares de Cambiemos corren mejor suerte. Endeudamiento, salud y seguridad son otros temas convocantes.
Con esta agenda, los mandatarios municipales empezaron a acercar posiciones. Si bien todos buscan una suerte de renovación partidaria, las diferencias radican en los referentes y la estrategia de construcción.
El grupo Esmeralda fue el primero en nacer, allá por agosto. Fue lanzado por el lomense Martín Insaurralde para convocar a un peronismo no kirchnerista o que en los últimos tiempos se fue distanciado del liderazgo de Cristina Fernández. Con Insaurralde, otros dos referentes son Gabriel Katopodis, de San Martín, y Juan Zabaleta, de Hurlingham. También están presentes Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Gray (Echeverría) y Eduardo Bucca (Bolívar). Para 2017, los Esmeralda centran sus expectativas en una candidatura a diputado de Florencio Randazzo. Además, tienen buen diálogo con Sergio Massa.

 

Mapa en construcción
En setiembre, como contrapeso, llegó el grupo Fénix, que no reniega del FPV y lo reivindica, pero también busca ampliar fronteras más allá de la zona de exclusión que había marcado la anterior gestión desde la Casa Rosada. Con la matancera Verónica Magario a la cabeza, en Fénix están presentes Gustavo Menéndez (Merlo), Walter Festa (Moreno), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Ariel Sujarchuk (Escobar), entre otros. Con el apoyo del presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, estos dirigentes suman una fuerte presencia territorial y son quienes muestran una actitud más confrontativa con las políticas de Cambiemos.
En el caso de los Patria –así bautizado en referencia al instituto que lanzó la expresidenta–, se definen por su respaldo a la figura de Cristina. En esas filas se pueden contar a Jorge Ferraresi, de Avellaneda; Paco Durañona, de San Antonio de Areco; y Mario Secco, de Ensenada. De Patria, así como de Fénix, supo estar cerca Patricio Mussi, de Berazategui, que hoy se encuentra al margen del debate hacia el interior del peronismo.
El último espacio en conformarse fue El Establo, impulsado por el exdiputado Julián Domínguez, que aún conserva predicamento en la provincia, sobre todo en el interior, de donde justamente provienen los integrantes de este grupo. Nacido con voluntad de unidad, la consigna de El Establo es «ni Esmeralda ni Fénix, todos peronistas».
Sobre este tablero avanzan las tratativas para rearmar el mapa pejotista. El primer ensayo fue el encuentro del 26 de octubre, en Lobos. En esa tierra, hoy gobernada por Cambiemos, pero donde en 1895 nació Juan Domingo Perón, los intendentes bonaerenses comenzaron a transitar el complejo camino de la reunificación.

Estás leyendo:

Política

El poder del territorio