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En busca de un salvavidas

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Alberto López Girondo

Donald Trump brindó un fuerte respaldo político a su par argentino ante la necesidad del Gobierno libertario de llegar a las elecciones con cierta calma financiera. Un swap y más deuda en el horizonte.

Aliados. Los líderes ultraderechistas se encontraron en la sede de la ONU: un tuit enmarcado fue el regalo de Trump.

Foto: Getty Images

Veinte minutos y una foto junto a Donald Trump con los pulgares para arriba fue el corolario más esperado de la bilateral que quiso mostrar Javier Milei para llevar algo de calma a los mercados antes de las elecciones del 26 de octubre. Al término del encuentro que se desarrolló en Nueva York, en el marco de la 80ª Asamblea General de la ONU, hubo palmadas tranquilizadoras, frases de compromiso sobre la amistad que dicen dispensarse ambos jefes de Estado, loas al rol de «fuerte aliado» que Estados Unidos tiene ahora en la otra punta del continente, todo eso sazonado con el apoyo total del empresario inmobiliario incluso hasta para una aún lejana reelección de su colega de la Casa Rosada. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, a su turno, fue hasta quizás más enfático en un cruce con la senadora demócrata Elizbeth Warren, que cuestionó severamente el salvataje de la actual administración al Gobierno argentino. Hoy Bessent informó que «el Tesoro está negociando actualmente con las autoridades argentinas una línea swap de 20.000 millones de dólares con el Banco Central. Trabajamos en estrecha coordinación con el gobierno argentino para evitar una volatilidad excesiva». Antes, el Banco Mundial había anunciado que aceleraría un desembolso de 4.000 millones de dólares que está incluido en un paquete de apoyo de 12.000 millones anunciado en abril.

En el aspecto público, Milei logró ponerse en los spots nuevamente, como cuando asumió el cargo, en diciembre de 2022, y mostró fuertes cartas de que recibirá «todo lo que haya que poner», en palabras de Bessent, para terminar con las turbulencias que acosan a la gestión de Luis Caputo. Pero fuera de cámara hay un entramado del compromiso estadounidense con detalles que no trascendieron de inmediato. La experiencia demuestra que «la gran democracia del norte» no hace beneficencia ni tiene por costumbre hacer negocios en que los dos ganen algo. Mucho más explícitamente con Trump, los negocios son una perinola en la que a ellos siempre les toca el «toma todo». De todos modos, en medio de una gran «emoción», el ministro de Economía, Luis Caputo, aclaró que el prestamista del norte «no pidió nada a cambio».


Amigos son los amigos
Todavía estaban las sillas calientes cuando desde la cuenta oficial de la Oficina del Presidente postearon en la red X una foto en la que el mandatario argentino celebra un mensaje impreso del presidente de Estados Unidos en su red Truth Social. «El muy respetado presidente de Argentina, Javier Milei, ha demostrado ser un líder verdaderamente fantástico y poderoso para el gran pueblo argentino, avanzando en todos los niveles a una velocidad récord», escribe Trump, para agregar: «Él heredó un “desorden total” con una inflación horrible causada por el anterior presidente de la izquierda radical (al igual que el deshonesto Joe Biden, el peor presidente de la historia de nuestra nación), pero ha devuelto la estabilidad a la economía argentina». El final es sugerente: «Argentina: Javier Milei es un muy buen amigo, luchador y ganador, y tiene mi respaldo completo y total para la reelección como presidente, ¡nunca te decepcionará!», dice la traducción que publica OPRArgentina. Otra versión posible para el «He will never let you down!» del texto podría ser «Nunca te defraudará». Una nimiedad, pero quién sabe.

No había pasado demasiado tiempo cuando Bessent se trenzó en un debate por X con Warren, representante del ala izquierda de los demócratas y contendiente en las primarias por la presidencia en 2020 y 2024. «Primero, Trump nos hizo pagar precios más altos por el café y la carne para apoyar a un golpista convicto en Brasil. Ahora quiere que los contribuyentes estadounidenses rescaten a su amigo Milei en Argentina. Trump debería dejar de aumentar los precios para los estadounidenses y de regalar nuestro dinero a sus amigos corruptos», señala la legisladora por Massachussetts. La chicana venía a cuento de los aranceles extraordinarios del 50% a productos brasileños con la excusa de la condena judicial a Jair Bolsonaro; pero engloba a Milei en la categoría de «amigo corrupto». No hace falta acotar a qué se refiere.

La respuesta de Bessent tiene lo suyo, porque ubica al candidato a la alcaldía de Nueva York, Zorhan Mandani, en un equipo seguramente impensado para él. «Pocos deberían sorprenderse por la interpretación autocompasiva de @SenWarren de “Don’t Cry for Me Massachusetts” –le dice a Warren–. Las políticas económicas destructivas que ha impulsado desde que se incorporó al Senado en 2013 rivalizan con la fallida agenda izquierdista de la oposición argentina. Si su alma gemela política y compañero peronista estadounidense, @ZohranKMamdani, llega a la alcaldía de la ciudad de Nueva York, estoy seguro de que el senador pedirá un rescate financiero cuando lleve a la ciudad a la quiebra».

Pero luego Bessent analiza –y justifica a su manera– la razón financiera para la supuesta ayuda a nuestro país. «Los fondos de inversión que atacaron los activos argentinos en los últimos meses sin duda sufrieron grandes pérdidas ayer. Los fondos mutuos a largo plazo y los fondos de pensiones que invierten en nombre de los trabajadores estadounidenses se beneficiaron (por el apoyo de Estados Unidos)».

O sea, cualquier posible envío de dinero –de la manera en que eso llegara a ocurrir– no es para los argentinos sino para las jubilaciones de los estadounidenses, en riesgo por la caída de los bonos vernáculos. Suena como la explicación de Mauricio Macri para el «rescate» del FMI de 2018.


Contracara sudamericana
El otro tema que Warren saca a relucir es el de los aranceles contra Brasil. Precisamente en la misma jornada, y como ya es tradición, el inicio de la ronda de debates en la Asamblea General corresponde al presidente brasileño y lo sigue el estadounidense. Un rito desde hace 80 años en reconocimiento al país sudamericano por haber enviado tropas a combatir contra los nazis en la II Guerra Mundial.

Hubo cumbres en las que las lisonjas entre Bolsonaro y Trump, durante su primer mandato, eran casi obscenas. Porque comparten una ideología ultraderechista sin fisuras que querían mostrar en ese escenario. Ahora el estadounidense no duda en una injerencia no menos obscena para presionar por la liberación del expresidente. Esta vez, Lula da Silva usó apenas 18 minutos para plantar una agenda diametralmente opuesta a su par norteamericano. «La pobreza es tan enemiga de la democracia como el extremismo», dijo el exmetalúrgico.

«La única guerra de la que todos pueden salir victoriosos es la que libramos contra el hambre y la pobreza», agregó. «En todo el mundo, las fuerzas antidemocráticas están tratando de someter a las instituciones y reprimir las libertades. Adoran la violencia, alaban la ignorancia, actúan como milicias físicas y digitales, y restringen a la prensa», puntualizó luego.

Tuvo más frases destacables, lanzadas así, de un tirón, sin ayudamemoria ni texto escrito. «Un antiguo jefe de Estado fue condenado por atacar la democracia, por primera vez en los 525 años de historia de Brasil. Se respetó su derecho a defenderse ante los tribunales, algo que se le habría negado en una dictadura (…) Nuestra democracia y nuestra soberanía no son negociables».

https://gadebate.un.org/es/80/brazil

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