Política | MARCHA DEL 1º DE MAYO

En camino al paro

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Daniel Vilá

Luego de muchos años de ausencia en la fecha, la CGT convocó, junto con las dos CTA, a una masiva manifestación. Documento crítico de las políticas oficiales y ratificación de la medida de fuerza.

Presentes. La CGT volvió a marchar un 1º de Mayo. Reclamos contra el proyecto de «Ley Bases».

Foto: NA

Por primera vez en mucho tiempo, la Confederación General del Trabajo conmemoró el 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, con una concentración que congregó a miles de asistentes, convocada también por las dos CTA (Central de Trabajadores Argentinos Autónoma y de los Trabajadores) y movimientos sociales. En años anteriores la fecha –que tiene su origen en la gran huelga de 1866 en Estados Unidos que pedía la reducción de la jornada laboral a ocho horas– era evocada en la sede de la central obrera el 29 de abril y con una concurrencia limitada a pocos cientos de dirigentes regionales y delegados de empresa.
Es cierto que en las circunstancias actuales no faltan razones para recuperar el verdadero sentido de resistencia y lucha de esta histórica jornada. La denominada «Ley Bases» aprobada por los diputados libertarios y del PRO, pero también respaldada con el voto positivo y algunas abstenciones por el radicalismo que, paradójicamente, no ahorró críticas sobre su contenido, implicaría, de ser aprobada en el Senado, la caída de derechos adquiridos por la clase trabajadora, entre ellos la afección de las indemnizaciones por despido y al derecho de huelga, la ampliación del período de prueba y la reposición del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría, entre otras medidas que perjudican a los trabajadores.

Ajuste brutal
La movilización se inició en avenida Independencia y Defensa y culminó en el Monumento del Trabajo en el que confluyeron nutridas columnas de las grandes organizaciones gremiales como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) o los Camioneros y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), hasta los pequeños sindicatos, los movimientos sociales y estudiantiles. Un detalle significativo, que ilumina la brutalidad del ajuste, se pudo observar en las tradicionales parrillas improvisadas que suelen calmar el hambre de los manifestantes, las cuales estaban prácticamente colmadas de mercadería por la falta de ventas, en un horario que, otrora, convocaba a decenas de personas. Otro elemento destacable fue la no vigencia del protocolo de Patricia Bullrich, algo que también sucedió en la multitudinaria marcha en defensa de la educación, lo que demuestra que solo se aplica cuando la cantidad de asistentes permite exhibir un obsceno despliegue represivo.
Tras ratificar que el paro del próximo 9 de mayo se cumplirá inexorablemente, la conducción cegetista emitió un comunicado que expresa en sus párrafos principales: «Transitamos un grave momento como país y como sociedad. Un Gobierno nacional que, en nombre de una mal entendida “libertad de mercado”, implementa un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados. Precios liberados en alimentos, en medicamentos, en energía y en los servicios esenciales y salarios disminuidos en su poder de compra (…), con paritarias intervenidas por el ministro de Economía que impide la adecuada actualización de los salarios; recesión y aumentos incesantes que generan caída en los niveles de actividad económica y los índices de consumo básicos, que –en la práctica– representan una fenomenal transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados y privilegiados de la economía».
Como contrapartida, el presidente Javier Milei grabó un spot provocador de solo 69 segundos. Con imágenes de trabajadores ejerciendo sus oficios desliza un mensaje en el que encomia a «esa mayoría silenciosa que se compone de los que trabajan, de los que producen, de los peones rurales que se levantan a las 4 de la mañana, del que atiende un negocio, del cuentapropista, del trabajador informal, del joven que no encuentra trabajo y de las amas de casa que tienen la enorme tarea de educar a nuestras generaciones futuras… Y sobre todo a todos los argentinos de bien, porque hoy comienza la reconstrucción de la Argentina».
Por si quedaba alguna duda acerca de quiénes son esos argentinos de bien, Milei remata: «¿Quién es el bueno o el malo? ¿El que declama derechos que no existen? ¿O los que queremos sacar a la gente de esta miseria?». El Quijote diría «cosas vederes Sancho que non crederes».

Documento. En la sede de la central, sus directivos presentaron un texto que denuncia la situación social y laboral.

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