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Fuerza de choque digital

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Lucía Aisicoff

El Gobierno se rige con el termómetro de las redes sociales para poner y sacar funcionarios. La preponderancia de X. Quiénes son los comisarios virtuales a los que escucha Milei.

El hacedor. Santiago Caputo, asesor presidencial, coordina las huestes libertarias en las redes sociales.

Foto: NA

Los últimos funcionarios despedidos por Javier Milei atravesaron un proceso similar. Primero aparecieron los ataques en las redes sociales, con la agresión en manada de los influencers más cercanos a la Casa Rosada, y luego el anuncio del Ejecutivo sobre su salida. El mecanismo da cuenta del poder en ascenso de un grupo de militantes digitales que anticipa –y condiciona– las decisiones políticas del Gobierno. 

Al exsecretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, y al exsubsecretario de Deportes, Julio Garro, les marcó la cancha Daniel Parisini, más conocido como el Gordo Dan, su seudónimo en las redes. Fue el encargado de notificarles que tenían las horas contadas. 

A Vilella lo hostigó desde marzo por haberle puesto «me gusta» a un posteo del senador radical Martín Lousteau. El entonces funcionario pidió disculpas y dejó de tuitear, pero Parisini ya había dado su veredicto: «A partir de mañana no formás más parte del Gobierno». Su final estaba escrito, aunque llevó un tiempo más: lo despidieron hace dos semanas, cuando se encontraba de gira en Asia tratando de abrir mercados en nombre del Gobierno. 

El despido de Garro fue más vertiginoso. El subsecretario dijo en una entrevista radial que creía que los jugadores de la selección debían pedir disculpas por la canción racista que entonaron en un vivo de Instagram de Enzo Fernández durante la celebración de la Copa América. «Ya sabés cómo funciona esto», le anticipó el Gordo Dan. Garro desmintió haber dicho lo que dijo, pero fue en vano, porque el recorte ya circulaba en todos lados y era comidilla para sus detractores. «Lo dijiste al aire, bro», se burló el tuitero. Horas más tarde, Milei anunciaba su salida.

Médico pediatra, exempleado del Hospital Garrahan, Parisini tomó notoriedad por sus planteos de los últimos tiempos, pero es un integrante más –acaso el de mayor popularidad– de un grupo nutrido de tuiteros y streamers a los que escuchan en la Casa Rosada, con llegada a Milei y sobre todo a su asesor preferido, Santiago Caputo.

Ataque en red. Los tuiteros despiden funcionarios y hostigan opositores con un clic.


Arquitectura
La estructura inicial, planificada por el «arquitecto» Santiago Caputo, tiene entre sus figuras principales a Fernando Cerimedo, un estratega digital que participó de las campañas del brasileño Jair Bolsonaro en 2018 y del chileno José Antonio Kast en 2021, y actualmente es investigado por la Justicia de Brasil por su posible participación en el intento de golpe de Estado a Lula Da Silva. 

En esa configuración aparece el actual diputado bonaerense Agustín Romo, uno de los principales estrategas de redes del presidente, y otro hombre que saltó a la Casa Rosada a raíz de su participación en X: Juan Pablo Carreira, que utilizaba el alias Juan Doe y era socio de Cerimedo en La Derecha Diario, hasta que fue incorporado como director nacional de Comunicación Digital.

Mientras que algunos fueron incorporados a la estructura gubernamental, hay otros como Parisini que no se sumaron a la gestión, aunque tienen una llegada directa a Milei. Sobresale la influencer financiera Ornella Panizza, a cargo de la cuenta Lady Market, quien fue recibida en enero durante más de una hora por Milei en la Casa Rosada.

Hay otras cuentas que replica seguido el presidente, como la de @ElPelucaMilei, manejada por Tomás Jurado, que suele caminar por los pasillos de la Casa de Gobierno, y DiegoMac227, el usuario del economista afín a la escuela austríaca Diego Mauricio Macana Roa. También hay tuiteros a los que no se les conoce el nombre real, pero Milei los legitima con sus interacciones, como @agarra_pala o @TommyShelby_30.

Garro. El exsubsecretario de Deportes con Milei y Scioli. El Gordo Dan le anunció se desplazamiento.

Foto: @JulioGarro


Agresividad y acoso
Los posteos de estos usuarios se caracterizan por su lenguaje agresivo. Muchos de ellos tienen denuncias por acoso y lo que en redes llaman «doxeo», una práctica que consiste en publicar información sensible de una persona, generalmente sobre su vida íntima, para que el resto la replique y se viralice. Es una jugada sucia para amedrentar a los adversarios políticos, al igual que la instalación de fake news.

La salida de Garro no fue la única de la última semana. Unos días antes, Milei echó al empresario textil Teddy Karagozian y a Fausto Spotorno de su consejo de asesores. Si bien en estos casos los despidos no se gestaron en X, en las redes acompañaron la decisión del presidente y no les tuvieron piedad.

En los últimos días se abrió una polémica entre la primera plana del Gobierno que también comenzó en las redes. Fue a raíz de que la vicepresidenta, Victoria Villarruel, publicara un mensaje en defensa a la selección por los cánticos racistas y arremetiera contra Francia. «Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas», dice en una parte del texto que subió a X. La reacción inicial de muchos tuiteros fue aplaudir las palabras de la vice. Sin embargo, enseguida fue desautorizada por la Casa Rosada, cuando la propia secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, fue hasta la Embajada de Francia para evitar que el conflicto escalara.

La historia dejó expuestas las diferencias de los libertarios en las redes. La cuenta, ahora cerrada, que le atribuyen al asesor presidencial Santiago Caputo, bajo el usuario de Snake Dog Lives, intentó desacreditar a la vice. El usuario @TanoGiuliani lanzó una encuesta digital entre Karina y Villarruel bajo la pregunta: «¿Con quién estás de acuerdo?». Ganaba la vice, hasta que cientos de usuarios se volcaron a votar por la hermana del presidente. «La llenaron de bots», dijo el promotor del juego, y atribuyó la maniobra a Caputo. El clima se puso más denso cuando este mismo usuario denunció haber recibido amenazas de cuentas de libertarios «rentados» a las que él vincula con Caputo.

Las internas entre los tuiteros derivan de una estructura que se agrandó y ya no obedece en un 100% a la línea oficial. El entramado de usuarios que hostiga a opositores también adoctrina a los militantes libertarios que se rebelan frente a algunas circunstancias, como expuso el caso de Villarruel. El discurso de Milei se retroalimenta con las opiniones de los tuiteros a los que sigue. En un ejercicio de anticipación, apoya con likes y retuits los comentarios agresivos de usuarios y trols en contra de funcionarios de su propio equipo, para luego tomar medidas como las que ellos le sugieren. El presente y futuro del Gobierno, en buena medida, se define por el clima en las redes. 

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