16 de agosto de 2024
La expresidenta cuestionó el desarrollo de la causa por el ataque que sufrió el 1º de septiembre de 2022. A su juicio, no se indaga a fondo acerca de los autores intelectuales y financistas del hecho.
Comodoro Py. La exmandataria entrando a los tribunales para declarar.
Foto: NA
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner declaró el miércoles como testigo en el marco del juicio que se realiza por el atentado que se perpetró contra su vida el 1º de septiembre de 2022, cuando ejercía la vicepresidencia de la Nación. La exmandataria expuso en poco más de una hora lo que considera falencias de una investigación que, por los obstáculos que tuvo, difícilmente permita avanzar más allá de los ejecutores del ataque.
«Este juicio es a los autores materiales del hecho, faltan los autores intelectuales, los financiadores», resaltó Fernández ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 6. La escuchaban en la sala de audiencia de Comodoro Py las tres personas acusadas de intentar asesinarla: Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo.
La crítica de la exmandataria no es azarosa. La causa por el atentado en su contra está fraccionada. Los acusados de ejecutar el ataque están sentados en el debate oral pero las pistas políticas y financieras aún se siguen analizando en instrucción, es decir, en el juzgado de la jueza María Eugenia Capuchetti, a quien la expresidenta recusó en distintas oportunidades. A eso se suma que en un expediente que tramita en otro juzgado se investiga a actores que podrían tener relación con el intento de asesinato: los integrantes de Revolución Federal. La fragmentación de los hechos a investigar, definida por Capuchetti y sus superiores, no permite tener una visión jurídica completa del hecho y su contexto en un solo expediente. Son como piezas de un mismo rompecabezas que se analizan por separado.
Clima de violencia
«La instrucción de la doctora Capuchetti» fue «un desastre total y absoluto», dijo Fernández este miércoles ante los jueces del TOF 6, Sabrina Namer, Ignacio Fornari y Adrián Grunberg. Pero no criticó únicamente a esa magistrada que fue nombrada por Mauricio Macri en Comodoro Py. También cuestionó a los camaristas porteños que revisan lo hecho por la jueza: Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, también designados por Macri. «Puede haber un mal juez de instrucción, pero cuando ese juez es ratificado por las instancias superiores… La unificación que se quiso hacer de la causa de Revolución Federal y mi atentado fue rechazada. No fue solo la doctora Capuchetti. Fue el partido judicial», dijo la expresidenta.
A lo largo de su testimonial, la expresidenta señaló distintas líneas investigativas que no fueron analizadas, como las que comprometen con el atentado al diputado del PRO Gerardo Milman y al líder de ultraderecha Hernán Carrol. A pedido de la querella y la fiscalía, contextualizó la violencia que sufrió en la previa al ataque. En ese marco, vinculó el intento de homicidio a las agresiones que sufrió por parte del «partido judicial y los medios hegemónicos de comunicación». Esto es porque el atentado ocurrió a los pocos días de que el fiscal Diego Luciani, en un mediático alegato, pidiera 12 años de cárcel para ella en la causa Vialidad, caso en el que terminó condenada a 6 años de prisión. Respecto al fiscal Luciani, aseguró que «contribuyó al clima de violencia».
Frente a su domicilio. El momento del ataque a la entonces vicepresidenta.
Foto: NA
Gravedad institucional
La exmandataria también dio detalles de cómo cambió su vida desde que le gatillaron a centímetros de la cabeza y criticó el accionar de la Policía de la Ciudad, fuerza a la que acusó de hacer inteligencia en la zona de su domicilio.
Cristina Fernández hizo de su declaración un hecho político. Durante su testimonio en Comodoro Py estuvo acompañada por dirigentes como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, intendentes, diputados y senadores, referentes sociales y de organismos de derechos humanos. Luego se trasladó al Instituto Patria donde la esperaba un nutrido grupo de militantes. Allí se reunió con varios de los dirigentes que la acompañaron a declarar.
Además, este miércoles, diputados de Unión por la Patria presentaron una denuncia contra la jueza Capuchetti en el Consejo de la Magistratura. Consideran que «reiteradamente omitió obrar con la debida diligencia y responsabilidad que requiere su cargo ante un hecho de una gravedad institucional, política y social sin precedentes».
Capuchetti quedó en el ojo de la tormenta por diversos motivos. Por ejemplo, a los investigadores se les reseteó el celular de Sabag Montiel, prueba clave para la pesquisa que estaba bajo la órbita de la jueza. El escándalo del celular involucró a la Policía Federal y a la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Al día de hoy, se espera un peritaje para intentar rescatar la información que hay en ese aparato. Iba a realizarse en el marco del juicio este martes, luego de una prueba exitosa en un celular similar, pero una comunicación del Estado de Israel en instrucción llevó a la querella a pedir la suspensión del estudio. Israel informó que tomó nota de una solicitud que hizo la querella para prestar colaboración para intentar extraer o recuperar la información del celular por lo que Cristina Férnandez prefirió esperar.
A Capuchetti también se le cuestiona no haber profundizado en la pista Milman, a quien un testigo oyó decir en el bar Casablanca, ubicado frente al Congreso, dos días antes del atentado: «Cuando la maten voy a estar camino a la Costa». El diputado estaba con dos de sus asesoras, Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco. La trama que vincula a Milman incluye el borrado de su celular en oficinas de Patricia Bullrich, entre otras cosas. La expresidenta dio cuenta de esto en su testimonial y definió a «Milman como un Nostradamus contemporáneo». Recordó que presentó un proyecto en el Congreso en agosto para averiguar información sobre su custodia y allí «en una parte, dijo que “no sea cosa de que alguien intente matarla y después quieran presentarla como una víctima”». Cristina agregó que «dijo algo así como: “Sin Cristina no hay peronismo y sin peronismo hay Argentina”». Todo, pocos días antes del atentado.
Los testimonios que faltan
La magistrada tampoco profundizó en la pista que complica a Hernán Carrol, referente del espacio Nueva Centro Derecha, a quien Sabag Montiel ya preso pidió que pagara su defensa. «Carrol fue identificado viajando a Perú con el jefe de Gabinete de Gerardo Milman cuando era secretario de la entonces ministra, primera etapa macrista, de Seguridad», destacó CFK este miércoles en referencia a Bullrich.
A su vez, la exmandataria y sus abogados, Marcos Aldazabal y José Ubeira, cuestionan que no se haya profundizado en el financiamiento de la empresa Caputo Hermanos a Revolución Federal. Y que no se investigaron los vínculos de la vecina de CFK, Ximena Tezanos Pinto, con esa agrupación violenta, entre otras cuestiones. Todo eso hoy es parte de la causa en instrucción, donde también interviene el fiscal Carlos Rívolo.
Tras la declaración de la expresidenta, el juicio continuará el próximo miércoles, cuando declaren integrantes de su custodia al momento del atentado.
Hasta hoy, en el debate hablaron Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo, y prestaron testimonio personas que presenciaron el ataque, como los militantes que detuvieron a Sabag Montiel.
Entre los testigos de peso que aún deben declarar se destacan el mentado Carrol, que fue cercano a Milei y Bullrich y estuvo relacionado con Uliarte; y «los copitos», quienes compartían la venta de copos de azúcar con los tres acusados. La fiscal del juicio, Gabriela Baigún, había requerido que se cite a más de 180 testigos (la querella a 70), pero el tribunal de juicio dejó atado al desarrollo del proceso la convocatoria de muchos de ellos. En este lote figuran Patricia Bullrich, las asesoras de Milman y los integrantes de Revolución Federal. Por lo que todo indica que este juicio, de suma relevancia política, seguirá dando que hablar.
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