Política

Otra vez en la vía

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Como en los 90, los ferrocarriles están en la mira de los planes neoliberales en beneficio de los transportes por carretera. Unos 1.500 trabajadores quedarán en la calle por la medida de Vidal. Clausuran ramales y habrá estaciones vacías en la provincia.


Cierre. Levantarán 1.000 km de recorrido. (Jorge Aloy)
 

Un centenar de pueblos en el Interior, por los que no pasará más el tren, y más de 1.000 kilómetros de vías levantados será el saldo del traspaso dictaminado por la gobernadora María Eugenia Vidal de la empresa Ferrobaires de la Provincia a la Nación.
El accidente del 30 de junio de 2016 entre dos formaciones, a la altura de Rawson, fue la excusa para que la provincia de Buenos Aires suspendiera el funcionamiento de la empresa «por seguridad» y no lo rehabilitara más. Así, pueblos como Carlos Casares, Bragado o Lincoln quedarán con sus estaciones vacías, gracias al decreto firmado el 22 de enero, que cierra casi todos los ramales y deja a unos 1.500 trabajadores en la calle.
Las supuestas razones: una gran cantidad de «ñoquis» vinculados con barras bravas de clubes de la zona sur designados desde la época de Eduardo Duhalde y pérdidas por más de 1.000 millones de pesos al año.
Hugo Testa, miembro de la opositora Lista Bordó en el Ferrocarril Roca, admite que es probable que en algún momento haya sido nombrado personal por razones políticas, pero asegura que «el Estado acaba de pasar a 1.044 empleados a la órbita de Nación y los primeros que se salvaron fueron ellos y no los trabajadores de carrera». Así, empleados con más de 30 años de trayectoria ferroviaria, desde mecánicos hasta administrativos, han quedado sin trabajo o a la espera de un llamado.  
Además, esta situación ya se ha cobrado víctimas. Como el caso de Carlos Capdevilla, un empleado de los talleres de Remedios de Escalada de 63 años y 35 de profesión que debió ser internado con un pico de estrés luego de que se le informara que cesaría sus funciones a partir del 1º de marzo.     
La llamativa pasividad de la Unión Ferroviaria (UF) se debería, según murmuran en los pasillos del gremio, en que su líder, Sergio Sasia, podría ser el futuro hombre del gobierno nacional para dirigir la CGT. Por eso no sorprende la aceptación de la reciente reforma de los convenios laborales que flexibiliza la labor en el sector y la decisión de no participar en la movilización del pasado 21 de febrero convocada por Hugo Moyano.
El decreto de Vidal deja abierta la puerta para que los privados den servicios que hasta el momento están a cargo del Estado. Por ejemplo, las reparaciones que habitualmente se hacen en talleres, como los de Escalada, Maldonado o Kilo 4, hoy a punto de cerrar debido a los despidos, tarde o temprano las terminarán haciendo concesionarias externas. Como también ya se encargan hoy de la vigilancia o las remodelaciones de estaciones como las de Constitución o Retiro.
Pero, además, los negocios para el sector privado también circularán por otros caminos. El desaguace del ferrocarril beneficia indirectamente a las empresas de ómnibus, las concesionarias de peajes y las automotrices, en donde se concentraría definitivamente el transporte de pasajeros y el de las cosechas agrarias.

Economías regionales
De esta manera, mantener solo los recorridos que llegan a Mar del Plata, Junín o Bahía Blanca parece poco, siendo notorio el perjuicio para las economías regionales: destinos turísticos como Sierra de la Ventana o Tandil bajarán la cantidad de visitas al desaparecer esta opción económica para los pasajeros.
Mientras tanto, las producciones de alimentos sufrirán un encarecimiento o directamente su baja, como sucedió recientemente en el Alto Valle de Río Negro cuando los productores tuvieron que regalar 30 toneladas de manzanas porque no podian afrontar los gastos del flete.
Asimismo, se acusa a Marcelo Orfila, actual presidente de Ferrocarriles Argentinos, proveniente del Grupo Eurnekian y el mundo inmobiliario, de haber generado casos de extremo riesgo. Como la falta de funcionamiento de los frenos de emergencia en los recorridos recientemente electrificados del Roca que van hasta La Plata y Claypole, según denunciaron los trabajadores y confirmaron fuentes de la CNRT.
O quizás la más llamativa: la construcción de un puente ferroviario del ramal Mercedes del Sarmiento que cruza la ruta 5 en Luján, casi un metro más angosto de lo debido, por el cual las formaciones de pasajeros pasaban invadiendo los laterales y las de carga directamente no tenían lugar.
 

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