Política | Elecciones legislativas

Rotundo mensaje bonaerense

Tiempo de lectura: ...
Demián Verduga

Las resonancias del amplio triunfo de Fuerza Patria en los comicios provinciales, nacionalizados por el presidente Milei, son múltiples. Freno al Gobierno, expresión de las consecuencias del ajuste y reconfiguración peronista.

La Plata. El gobernador, junto a Verónica Magario, dirigentes, candidatos y funcionarios, celebró el resultado en un acto al aire libre.

Foto: NA

Las elecciones en la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, tuvieron el impacto político de una pueblada. Hubo dos mensajes: un contundente rechazo a la gestión del presidente Javier Milei y un apoyo al gobernador bonaerense Axel Kicillof. Fue una suerte de doble plebiscito. Ambos encabezaron la campaña de sus espacios sin ser candidatos.

El resultado superó las expectativas de los sectores más optimistas del peronismo. En los días previos a la elección, los más confiados calculaban una diferencia de cinco puntos. Nadie vaticinaba que los números finales serían de 47,28% de los votos para Fuerza Patria y 33,71 para La Libertad Avanza (LLA), más de 13 puntos de distancia. En tercer lugar quedó Somos Buenos Aires, una coalición anclada centralmente en el radicalismo que sumó exmacristas y peronistas disidentes, como el intendente de Tigre, Julio Zamora. Somos logró el 5,26% de los votos y el Frente de Izquierda Unidad (FITU) salió cuarto, con el 4,38. Estos últimos dos resultados no estuvieron muy lejos de lo que se esperaba.

La elección tenía un rasgo casi inédito, el desdoblamiento de la contienda nacional de medio término que será el 26 de octubre. Para encontrar la misma situación hay que retroceder en el tiempo, a 1948, cuando Juan Perón era presidente y Domingo Alfredo Mercante, también peronista, gobernador bonaerense. Una coincidencia histórica es el nivel de participación. En aquella ocasión votó el 68% del padrón y este domingo 7 de septiembre el 63%, bastante similar. En el caso de ayer, por encima de las expectativas, ya que se venía registrando una fuerte baja en la participación electoral en las elecciones provinciales previas.

Señales y sopresas
Los datos más sorprendentes del triunfo peronista fueron tres. El primero: la victoria en la primera sección electoral, la zona norte del Conurbano. La lista la encabezaba el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis. Ni en los mejores pronósticos se esperaba que pudiera ganarle por 10 puntos al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. El resultado fue de 47,4% a 36,8%. La hipótesis del empate técnico, que gran parte de las encuestas preveían hasta hace una semana, tenía entre sus pilares que en esta sección ganara LLA.

El segundo dato sorpresivo fue la distancia en la tercera sección. Se esperaba que Fuerza Patria ganara. La apuesta peronista era que la diferencia fuera superior al 10%; en el caso de LLA, se apostaba a lo contrario, acortar la distancia lo más posible. El resultado fue que Verónica Magario quedó a 25 puntos del excomisario Maximiliano Bondarenko. La vicegobernadora sacó el 53,9% y el candidato mileista, 28,43%.

El resultado en esta sección fue clave para una de las terceras fuerzas. El FITU salió tercero en esa zona del GBA con el 5,66% de los votos. Fue la boleta encabezada por Nicolás del Caño. Esto le permitirá a la izquierda renovar las dos bancas que ponía en juego en la Cámara de Diputados provincial.

La tercera sorpresa del triunfo de Fuerza Patria fue que ganó en seis de las ocho secciones electorales. Se impuso –además de en las mencionadas– en la cuarta, la séptima, la segunda y la octava (La Plata). La cuarta, por ejemplo, contiene municipios como Carlos Casares y Chivilcoy; es la zona agropecuaria del territorio bonaerense, donde el peronismo suele tener rechazo. El resultado es una señal de que incluso el sector rural está sufriendo la política económica de Milei y frente a la disyuntiva Milei-Kicillof prefirió al gobernador.

Derrota. Milei, escoltado por su hermana Karina, dijo que «el rumbo no cambiará, se redoblará». 

Foto: NA

Impactos internos
Los números de la elección tienen impacto dentro de cada fuerza política. La Libertad Avanza venía en una interna sangrienta, potenciada por el escándalo de corrupción destapado por los audios del exdirector de la Agencia de Discapacidad Diego Spagnuolo que involucran a Karina Milei.

Las tensiones por la estrategia electoral involucraban a figuras del anillo más cercano al presidente: su asesor estrella Santiago Caputo y su hermana Karina. A grandes rasgos, el asesor impulsaba en general una construcción de alianzas más amplias en las provincias con los gobernadores que colaboraron con Milei. Y en el caso bonaerense una posición más flexible con ciertos sectores. Karina Milei y su ladero bonaerense Sebastián Pareja apostaron al purismo mileista y la sumisión de los aliados. Esto provocó, entre otras cosas, el alejamiento de varios intendentes alineados con el macrismo. Entre ellos estaba Manuel Passaglia, jefe comunal de San Nicolás, que con su frente Hechos sacó el 23,9% en la segunda sección. Salió tercero, pero hizo una buena elección. Es uno de los datos que muestra los efectos del purismo karinista y que ahora vuelve a agitar las aguas de LLA.

El peronismo tampoco era un lecho de rosas, aunque logró cerrar listas de unidad. Este triunfo dejó en el centro del podio a Axel Kicillof. Él propuso la estrategia de desdoblamiento de la elección, se enfrentó internamente con los que se oponían y luego se puso al frente de la campaña. Más allá de aspectos no calculados, como que los temas nacionales fueran el eje de la campaña, lo que no era el plan inicial, Kicillof fue el gran triunfador de la jornada. Se plantea, entonces, un desafío para la convivencia con el cristinismo y otros sectores peronistas para intentar repetir la hazaña electoral el 26 de octubre.

La Legislatura
El carácter plebiscitario de la elección hizo que por momentos se perdiera de vista que fue una contienda legislativa local. A pesar de la contundencia de la victoria, el peronismo sumó solo dos bancas en la Cámara Baja bonaerense, donde ponía en juego 19 sobre 37, ahora quedó en 39. Y en el Senado, donde arriesgaba 10 de 21, sumó tres escaños más y quedó en 24. En esta Cámara, Fuerza Patria tendrá quorum propio.

El bloque LLA-PRO quedó ahora conformado por 30 bancas en la Cámara Baja bonaerense y 16 en el Senado. En tanto Somos Hechos contará, a partir de diciembre, con siete bancas en Diputados y tres en la Cámara Alta.

La magnitud de la victoria de FP cambió el escenario político, marca un punto de inflexión y sus consecuencias inmediatas son inciertas.

Estás leyendo:

Política Elecciones legislativas

Rotundo mensaje bonaerense

Dejar un comentario

Tenés que estar identificado para dejar un comentario.