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Un plan de destrucción del Estado

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Alberto López Girondo

Los miles de despidos y los recortes a diferentes organismos oficiales son celebrados por el presidente. Un ejército de trols instala falsedades desde las redes.

Resistencia. Protesta frente al Ministerio de Economía.

Foto: Subcoop

El escenario lucía espectral. Media luz cenital a pedido del invitado más esperado de la jornada, dicen que para que su figura no se vea desmejorada, un tema que parece desvelarlo especialmente. Y allí, ante un publico por momentos exultante, el presidente Javier Milei anunció, entre otras intenciones de un Gobierno que se acostumbra a endulzar los oídos de las corporaciones, una nueva andanada de despidos. «Echamos 50.000 empleados públicos. No solo eso, sino que se dieron de baja contratos. Y fíjense que se están cayendo más contratos. Y van a caer 70.000 contratos», se ufanó, ante los acaudalados asistentes al IEFA Latam Forum, un encuentro organizado por el ahora fuerte empresario José Luis Manzano en el hotel Four Seasons de la Ciudad de Buenos Aires.
Que un Gobierno neoliberal deje a miles de personas en la calle es por estas latitudes una conducta de manual; pero si alguna vez hubo cierta consideración en ese tipo de malas noticias, desde la administración de Cambiemos (2015-1019) ya no hay delicadeza que valga.
Sucede entonces que «portavoces» mediáticos y trols que responden a la Casa Rosada en las redes sociales se solazan en denigrar a quienes serán despedidos mediante campañas que hacen dudar de la condición humana de quienes las emiten. Lo peor es que ese mensaje prende en sectores de la sociedad que aceptan esa descalificación –«ñoquis, inútiles, grasa militante»– como argumento para despidos que, por otro lado, se están extendiendo a trabajadores privados por el impiadoso ajuste del mandatario anarcocapitalista.
El presidente aludía en el foro a que efectivamente finalizan contratos de personal en toda la administración pública. Luego, el vocero oficial, el tuitero Manuel Adorni, centró la cifra de expulsados en esta etapa en unos 15.000, aunque aseguró que «el resto se renovará por otros seis meses y luego se seguirá avanzando», en dejarlos a la intemperie. En algunos casos, los contratos datan de más de dos décadas, o sea que transitaron por varias gestiones en el Poder Ejecutivo sin haber sido incorporados a la planta oficial. Por lo pronto, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) anunció un paro y movilización en todo el país para frenar la sangría.

Debilitamiento
«En los 90 abrazamos la consigna: “Fortalecer el Estado para liberar la nación”, y resulta que la fortaleza o debilidad del Estado depende de quien lo mire –dijo el secretario general del gremio estatal, Rodolfo Aguiar, en Radio con vos–. Si lo mira la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el Estado se está fortaleciendo. Si lo miramos nosotros se está debilitando». Y avanzó: «Cuando decimos que sus políticas intentan destruir el Estado, en realidad lo que está pasando es que se está destruyendo el Estado de la gente y se está construyendo el Estado de los grandes grupos empresarios».
Con el simple expediente de no renovar contratos, ya perdieron su trabajo empleados en varias Unidades de Atención Integral (UDAI) de la Anses y en algunos casos se cerraron esos centros de atención definitivamente. Ocurrió algo similar en el PAMI, también se anunció el cierre del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci) y se redujo el plantel en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) a pocos meses de los Juegos Olímpicos de París.
Esas y otras «joyas» muestra Milei ante empresarios que aplauden este tipo de «valentía» política. De allí que el líder de La Libertad Avanza (LLA) no tenga problemas en contar en esos foros no solo chistes más propios del viejo teatro de revistas y en jactarse de que su plan consiste en «licuadora y motosierra». Lo cual no deja de ser absolutamente cierto; y si no que lo digan los jubilados y pensionados.
Lo que muchos ya están percibiendo es que «la casta» no eran los que se prometía sino también los trabajadores de empresas privadas. Un poco por la brutal recesión que se expande aceleradamente y otro porque parte del «déficit cero» y el incremento de reservas en el Banco Central se construyen con las limitaciones al acceso de dólares y, por tanto, la falta de insumos industriales.
No extraña entonces que la siderúrgica Acindar, la Petroquímica Río Tercero, las automotrices Toyota y General Motors, la fabricante de artefactos del hogar Longvie entre otros informaran despidos y suspensiones. Cierto que a las dificultades por la actividad económica y las importaciones los empresarios le agregan una dosis de presión para condicionar las paritarias, por las dudas no funcione la amenaza del ministro de Economía de pisar las homologaciones de aumentos a un 14% para marzo y 9% para abril.

Con la ciencia no. El ajuste de Milei alcanza a todas las áreas del Estado.

Foto: Federico Imas

Violencia digital
Difícilmente esta ola de despidos se podría realizar de una manera tan arbitraria sin las falsedades y ultrajes que esparce el batallón de trols que trabajan para el Gobierno. En tiempos en que el bullying en redes resulta tan peligroso como efectivo –cómo será que hasta Mirta Legrand confesó que prefiere callar por los ataques–, resaltan algunos personajes que hasta ahora parecen impunes.
El todavía incierto cierre de la agencia Télam y los despidos en Radio Nacional y en la TV Pública fueron precedidos por brulotes sobre la decencia de los trabajadores de esos medios. Demostrando que las razones no tienen fundamento económico, cada uno de los lugares donde va a haber expulsiones, genéricamente, es un «nido de ratas» y de corruptos. Sin más argumentos.
Eso le pasó a Lucianna Sola Suquet, empleada en la embajada argentina en Francia. Primero hubo ataques en las redes y luego Adorni la tildó poco menos que de delincuente que cobra 9.000 euros al mes. En una entrevista radial Sola Suquet aclaró que ella vivía en Francia porque su marido es francés, que entró por concurso ganando 1.500 euros y ahora su ingreso era de 4.500 euros. «No soy delegada ni agregada, sino empleada local como los otros trabajadores que estamos bajo legislación francesa. Trabajo acá desde hace 17 años, con diferentes Gobiernos, lo que demuestra mi imparcialidad. Soy personal técnico, más allá de que tengo un máster en la Sorbona de París en Turismo. Nada más lejos de pertenecer a una casta, soy una laburante», dijo, tras añadir que había votado a Milei: «No pongo en tela de juicio la decisión del Gobierno dentro del plan de austeridad, pero no comparto ni acepto la forma. Sé que un contrato laboral se puede terminar, pero en un marco de respeto profesional y personal que no se dio en mi caso». Por lo tanto, dijo que iba a iniciar acciones legales por calumnias e injurias.
El ataque indiscriminado contra los declarados enemigos de LLA hizo recular al secretario de Agricultura Fernando Vilella, quien padeció agresiones luego de haber retuiteado un posteo en la red X del titular de la UCR y senador porteño Martín Lousteau. «A partir de mañana no formás más parte del Gobierno. Nos vemos», amenazó en esa plataforma el Gordo Dan, uno de los infantes de esa armada libertaria. Para ¿cuidar el puesto o calmar a los violentos? Vilella replicó «fue un error».
Bajo el seudónimo de Gordo Dan se escuda Daniel Parisi, uno de los más agresivos trols, junto con otro que parece haber encontrado conchabo en el mismo Estado que injurian: Juan Doe, el alias de Juan Pablo Carreira. Hay que reconocerle a Parisi –Gordo Dan– la sinceridad de reconocer el real objetivo de LLA en el Estado. «Hay que involucrarse muchachos. Somos la línea ideológica que ganó las elecciones, pero eso no alcanza. Se necesitan desplegar fuerzas de ocupación para ir cubriendo todos los puestos más importantes en el Estado, que hoy en día están ocupados todos por “kukas”», dijo en Break Point, el programa de Youtube que conduce junto con Mariano Pérez.
El estratega de las redes –indican los que conocen la trama de ese espacio en el que LLA demostró ser muy ducha– es Fernando Cerimedo, que trabajó para Jair Bolsonaro y tiene causas abiertas en Brasil por el intento de golpe de Estado contra Lula da Silva del 8 de enero de 2023.

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