27 de diciembre de 2013
El Senado aprobó el pliego de ascenso a teniente general del jefe del Ejército, César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani. Al día siguiente, la Presidenta de la Nación le tomó juramento. El oficialismo basó su argumentación en la presunción de inocencia de Milani sobre las causas en las que se investiga su supuesta participación en delitos de lesa humanidad durante la dictadura, hasta que la Justicia determine otra cosa. Desde que se conoció la intención de ascenderlo, organismos de derechos humanos –como el Cels y Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, entre otros– impugnaron el pliego de Milani por sus vinculaciones con dos casos denunciados. Uno es la desaparición del conscripto Alberto Agapito Ledo el 27 de junio de 1976, mientras cumplía servicios en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 –reconocido por el gobierno de facto como «Unidad en operaciones antiterroristas que se desarrollaban en la provincia de Tucumán»–, en la que Milani fue el instructor de la investigación presentada bajo el eufemismo de «deserción». Por otra parte, también el testimonio de Ramón Olivera –ex preso político– indica que el actual jefe del Estado Mayor del Ejército participó en operativos ilegales de detención.
