18 de junio de 2013
El militar Eduardo Stigliano dejó asentado en documentación oficial su participación en la represión ilegal durante la última dictadura cívico-militar. El teniente coronel, fallecido en Paraná, Entre Ríos en 1991, tramitaba una pensión por «neurosis de guerra», y para fundamentarla detalló a la Dirección de Personal del Estado Mayor General del Ejército los crímenes que cometió –entre ellos, 53 homicidios– en jurisdicción de Campo de Mayo. La confesión del represor, sale a la luz, gracias a la desclasificación de legajos del personal de las Fuerzas Armadas, realizada por equipos del Archivo Nacional de la Memoria y la Dirección Nacional de Derechos Humanos.