9 de octubre de 2013
Durante seis días de caminata por distintas ciudades, cientos de misioneros, correntinos y brasileños marcharon en rechazo a la construcción de la represa hidroeléctrica de Garabí que inundará 90.000 hectáreas y desalojará a 13.000 personas. También exigieron que se cumpla la ley provincial que obliga a una consulta popular vinculante para decidir sobre nuevos proyectos hidroeléctricos. «La represa es riqueza para pocos y pobreza para muchos», repetían en los cánticos mientras arengaban al gobernador Maurice Closs y al presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, a que se animaran a consultar la voluntad del pueblo. «Ya le dijimos no a Corpus en 1996 y vamos a decirle no a Garabí en el 2014», remarcaron. «Tuvimos una horrible experiencia con Yacyretá. Las megarrepresas arrasan territorios, condenan a miles de personas al desarraigo, contaminan y enferman», denunció Rulo Bregagnolo, uno de los voceros de la marcha.
La Mesa Provincial No a las Represas nuclea más de cuarenta organizaciones indígenas, campesinas, sindicales y de derechos humanos que coinciden en que no quieren estas obras en Misiones y exigen que se cumpla la ley provincial que obliga al Estado misionero a convocar a un plebiscito vinculante, obligatorio e irrenunciable antes de encarar cualquier emprendimiento hidroeléctrico. Desde hace dos años, el gobernador no ha dado señales de llamar a plebiscito.
