16 de abril de 2013
A principios de marzo, las pericias en los discos rígidos de las computadoras secuestradas durante un allanamiento ordenado por el juez Norberto Oyarbide al Centro de Reunión de Información de Campo de Mayo, confirmaron que la Gendarmería realizó tareas de inteligencia contra organizaciones gremiales, políticas, sociales, y de derechos humanos desde 2004 hasta el año pasado. «Hace un año, los trabajadores de Kraft y dirigentes políticos, junto con diversos organismos de derechos humanos, denunciamos ante la Justicia federal la existencia de tareas de inteligencia ilegal sobre trabajadores, organizaciones sociales y partidos políticos. La respuesta de gendarmería a nuestro requerimiento lo confirmó: el jefe de la fuerza, Héctor Schenone, admitió la existencia de una unidad especial destinada a espiar a dirigentes sociales y opositores, que denominó Proyecto X», indicó la abogada de la Asociación de Profesionales en Lucha, Claudia Ferrero. «A fines de febrero –indicó la letrada–, las organizaciones que patrocinamos la denuncia solicitamos al juez la indagatoria de cinco comandantes de gendarmería y dos civiles, como primer paso para avanzar sobre los hechos, y llegar a los responsables políticos como Nilda Garré, entre otros».