13 de marzo de 2014
Cuando a principios del siglo XX los herederos del inmigrante Juan Seré construyeron la mansión emplazada en la calle Blas Parera 48, en la localidad de Castelar, partido de Morón, no imaginaban que décadas más tarde ese lugar se convertiría en uno de los centros clandestinos de detención de la zona oeste del Conurbano bonaerense, utilizado por la última dictadura cívico-militar. En esa casona, cientos de personas fueron torturadas y desaparecidas bajo la responsabilidad de la Fuerza Aérea Argentina.
El próximo 26 de marzo, el Tribunal Oral Federal Nº 5 iniciará el juicio oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos allí. Los imputados son Daniel Alfredo Scali, Marcelo Eduardo Barberis, Héctor Oscar Seisdedos, Felipe Ramón Sosa, Néstor Rubén Oubiña, Hipólito Rafael Mariani, César Miguel Comes y Miguel Ángel Ossés. La historia de la Mansión Seré llegó al cine. En Crónica de una fuga, de Adrián Caetano, se cuenta cómo escaparon de ese lugar cuatro prisioneros –Claudio Tamburrini, Daniel Russomano, Guillermo Fernández y Carlos García– la noche del 24 de marzo de 1978 bajo la lluvia, esposados y desnudos. Luego de la fuga, la Mansión fue dinamitada para borrar todo vestigio del horror allí vivido.
