13 de noviembre de 2013
«No esperábamos mucho, apenas un poco de justicia. No tenemos nada que festejar», afirmó Tamara Bulacio tras escuchar la sentencia que condenó a tres años de prisión en suspenso al comisario que detuvo ilegalmente a su hermano Walter en 1991, en una «razzia» en las puertas del estadio Obras Sanitarias. Sin embargo, el homicidio del joven de 17 años –que murió como consecuencia de las torturas recibidas– prescribió y quedó impune. (Facundo Nívolo)