16 de septiembre de 2023
La especialista del Centro Austral de Investigaciones Científicas y del Instituto Antártico Argentino explica el calentamiento de los océanos. Sus efectos. La escasez de datos en Sudamérica.
Consultada por Acción acerca de las recientes noticias sobre el ascenso de la temperatura de los océanos, Irene Schloss –especialista en oceanografía biológica, investigadora principal del CONICET en el CADIC (Centro Austral de Investigaciones Científicas) y del Instituto Antártico– se explayó sobre los probables factores que han impulsado este fenómeno, con qué datos cuentan los científicos al día de hoy, las consecuencias que podría tener para la fauna marina y las actividades humanas, y qué lugares del planeta se ven más afectados.
–Según el observatorio Climático de la Unión Europea la temperatura de los océanos subió a 20,96 grados Celsius a fines de julio. ¿Se sabe cuánto ha subido en los últimos decenios?
–Sí, se sabe porque el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF), que es la central del clima europeo, o la NASA, tienen datos satelitales de temperatura para todas las aguas del planeta. Sin embargo, estos datos permiten determinar lo que pasa en la superficie; para conocer qué es lo que ocurre en las capas subsuperficiales o más profundas ahí ya necesitás lanzar instrumentos al mar que midan muy bien la temperatura y esos datos son escasos. Es más, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) claramente señala que la parte sur de América del Sur es una de las zonas donde más información falta y donde no se pueden pronosticar con exactitud los fenómenos que vayan a ocurrir en cuanto a temperatura porque faltan datos. Entonces, la respuesta es: sí, los datos globales están, pero solo para superficie. Un poquito más en profundidad estamos en problemas.
–¿Por qué faltan datos sobre esta parte del mundo?
–América del Sur y África Central son las dos regiones del planeta en donde no hay datos, o los datos son demasiado limitados o la literatura no existe. Esto quiere decir que en realidad no podemos predecir qué va a ocurrir porque para hacerlo realmente bien necesitás comparar con una media climática. Una media climática, un promedio climático, se define a partir de 30 años de datos. Tomás el promedio de la temperatura del mes de los últimos 30 años y comparás contra el enero actual, por ejemplo; pero como hacen falta tres decenios de datos, entonces no se puede hacer esa comparación. Por eso es fundamental que sigamos midiendo como lo está haciendo la iniciativa nacional llamada Red de Observación Marina Argentina (ROMA), que a lo largo de toda la costa de nuestro país está instalando sistemas de monitorio continuo de las aguas costeras. De todos modos, el mismo reporte indica que pese a la falta de datos, la tendencia al aumento de la temperatura se observará también.
–¿Debido a qué puede ocurrir este fenómeno, a qué factores responde?
–Ya no hay dudas de que el calentamiento global es de origen antrópico y este calentamiento se debe principalmente a los gases de efecto invernadero (GEI), que hacen que el calor y la radiación queden retenidos cerca de la superficie terrestre. El más importante por su origen antrópico es el dióxido de carbono (CO2), que es sabido proviene de la quema de combustibles fósiles que se usan, sobre todo, para transporte, agricultura y un montón de procesos industriales. El uso indiscriminado del combustible fósil o de esta forma de energía hizo que se incremente el efecto invernadero y el planeta retenga más calor. Otro es el metano, que en comparación es mucho más potente como gas de efecto invernadero, pero su incremento reciente en la atmósfera se debe a que normalmente está retenido en el suelo congelado, en lo que se conoce como permafrost, los suelos congelados en los extremos del planeta, en la Antártida o en Siberia. El permafrost retiene una gran cantidad de metano. A medida que aumenta la temperatura, porque aumentó el efecto invernadero, el suelo se derrite y empieza a liberar ese metano. Entonces ese gas también contribuye al aumento de la temperatura global. Y el aumento de la temperatura del aire impacta directamente sobre lo que ocurre en el agua. Ambos elementos están en contacto. Hay un intercambio de calor entre la atmósfera y el agua que es constante.
–¿Qué consecuencias en el clima del planeta puede generar el ascenso de la temperatura de los océanos?
–El océano absorbe calor, y la capacidad de absorber calor tiene que ver con la diferencia de temperatura entre la atmósfera y el agua. A medida que se calienta el agua hay menos transmisión de calor desde la atmósfera hacia la superficie del océano y entonces se complica el proceso porque el océano no va a poder absorber tanto calor. La capacidad de absorber calor depende de la diferencia de temperatura. Por supuesto hay muchas otras consecuencias: además puede alterar las corrientes, y al alterarse las corrientes, zonas que eran muy secas pueden ser todavía más secas; o la Corriente del Golfo, si de repente se modifica la temperatura, puede alterar su circulación y afectar el clima en Europa. Es decir, hay un montón de efectos que puede tener esto en el clima en distintas partes del mundo.
–¿Qué impactos tiene en los ecosistemas marinos?
–Bueno, obviamente los ecosistemas marinos y terrestres, todos, evolucionan, cambian, en función de las variables ambientales y se seleccionan aquellas especies adaptadas a cada lugar para las condiciones que reinan en ese lugar. Entonces, por ejemplo, si tenés una zona subtropical con una temperatura promedio de 25°C, las especies que viven ahí son las que están adaptadas a esa temperatura. Si de repente se corre el rango de temperatura que determina el ambiente y aumenta, es probable que se van a seleccionar las especies que toleren mayores temperaturas. Esto es algo que se observa ya en muchísimos ambientes. En la Antártida en particular se observa dramáticamente porque, por ejemplo, hay especies de pingüinos que necesitan ciertas condiciones de nieve, de hielo, para hacer sus nidos, poner los huevos, y que se ven muy afectados si no hay hielo. Obviamente la falta de hielo es porque hace demasiado calor para que se forme. Este problema tiene impactos a todo nivel y sobre todo en los ecosistemas polares, porque si un organismo o un conjunto de organismos están adaptados a temperaturas muy bajas, si las temperaturas aumentan y son demasiado cálidas, van a bajar la tasa reproductiva y de crecimiento y finalmente pueden correr peligro de extinción en un caso extremo. Entonces, las zonas polares, que se están calentando muchísimo, son de las que más van a sufrir.
–Además de los polos, ¿qué otros lugares del planeta pueden verse afectados?
–Otra área que va a sufrir enormemente es el Ecuador. Las zonas ecuatoriales están experimentando temperaturas que nunca antes han tenido. Justamente no hay ecosistemas o comunidades adaptadas a las temperaturas que se están advirtiendo. Entonces se van a seleccionar plantas, animales o bacterias oportunistas que puedan vivir en este nuevo ambiente con estas condiciones mucho más cálidas y que en general son organismos que se alimentan de detritos, organismos que degradan materia orgánica y tienen un rol completamente distinto en el sistema si los comparás con los otros que normalmente están con las condiciones históricas de temperatura. Si se piensa particularmente en el océano en relación con las actividades de las personas, por supuesto que se va a ver afectada toda la red trófica y con eso los recursos pesqueros.