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Millones en juego

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Andrés Boron

Los esports se instalaron como un fenómeno global que genera ganancias multimillonarias. El rol de los deportistas y las grandes marcas. El auge en Argentina.

Moscú. Evento multitudinario en septiembre de 2019. La industria facturó en el último año más de 180.000 millones de dólares.

SHUTTERSTOCK

Los videojuegos se convirtieron en los últimos años en uno de los sectores más dinámicos de la economía, que no para de crecer en cuanto a público y facturación. Este crecimiento siguió incluso en la pandemia, ya que –según la consultora estadounidense Newzoo– en 2020 la industria facturó en todo el mundo 175.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 20% respecto a 2019, mientras que en 2021 la misma consultora estimó las ganancias en un total de 180.300 millones de dólares, lo que significa un incremento de un 1,4% si se compara con 2020.
Si bien los videojuegos fueron exitosos desde sus inicios, pasando por los arcades hasta la irrupción de las videoconsolas en los 80 y 90 como Nintendo, Playstation, Sega, o cuando los juegos llegaron a las computadoras, fue en los últimos años que lograron posicionarse como una de las industrias culturales más importantes, captando la atención de más público, marcas y medios. Y esto no se dio solamente por las consolas de nueva generación, sino por las competencias deportivas que se fueron generando en este ámbito: los e-Sports, o sencillamente esports; en castellano, deportes electrónicos.
Los esports son una disciplina en la que participan miles de jugadores en todo el mundo de forma profesional, en torneos de algunos de los videojuegos más populares, como Dota 2, League of Legends, Fortnite, Valorant, FIFA, Counter Strike, Rocket League, entre otros. Estas competencias se pueden jugar desde diversas plataformas (PC, Playstation 5 y 4, Xbox Series X/S y One, Nintendo Switch, Android e IOS) y los jugadores que participan lo hacen en representación de sus clubes, de la misma forma que un deportista tradicional.
De hecho, en Argentina hay varios deportistas o exdeportistas que fundaron o que manejan clubes de esports. El ejemplo más conocido es el de Sergio «Kun» Agüero, dueño y fundador de Kru Esports; pero también hay otros casos, como el del exbasquetbolista Fabricio Oberto, que lidera al equipo Intel New Indians; o el extenista Guillermo Coria, quien hace lo mismo en New Pampas; así como Diego Schwartzman, con Stone Movistar; y Juan Sebastián Verón, con eBro Gaming.
«Fue muy importante que hubiera deportistas ingresando al mundo de los esports, ayudó a que se empezara a visibilizar más la escena en nuestro país», dice Augusto Chiarito, manager de Dota 2 en Wap Esports y periodista especializado en gaming en Latinpower, medio que cubre todas las noticias relacionadas con los videojuegos y los deportes electrónicos. Chiarito hace énfasis en lo que fue la llegada de Sergio «Kun» Agüero a este mundo y también en la pandemia como elementos que ayudaron a que la disciplina creciera mucho más.
«Creo que el cambio se empezó a dar con el ingreso del Kun en los esports con Kru, lo que hizo que esto empezara a ser tomado con seriedad, logrando la atención de las marcas y que estas empiecen a invertir en la escena». Y agrega: «La pandemia también trajo más audiencias, logrando que más gente se enganche y permitiendo que se puedan generar ingresos de empresas interesadas en la industria a través de sponsors y anuncios. De hecho, Twitch (plataforma de streaming en directo, muy popular en el gaming) pasó de ser una plataforma de nicho a ser algo mainstream».
No solo deportistas o exdeportistas ingresaron al mundo de los esports, sino que también lo hicieron la mayoría de los clubes del fútbol argentino de primera división, tomando los deportes electrónicos como otra disciplina más de la amplia gama que ofrece cada institución en nuestro país. Los clubes tienen varios videojuegos que ofrecen en sus equipos de esports, pero los que más se repiten son el Counter Strike, que pertenece al género de los shooter, el League of Legends, que pertenece al género de los MOBA, y por el último el FIFA, el simulador de fútbol más popular en el mundo.
De hecho, el FIFA tiene su propia liga en Argentina: la eLiga Profesional de Fútbol, que la juegan todos los equipos de primera división y tiene el mismo formato de competición que la Copa de la Liga Profesional. Cada equipo tiene un jugador profesional que lo representa en el torneo y que, como los jugadores de fútbol en la vida real, tienen que seguir determinadas pautas y entrenamientos para llegar a jugar en ese nivel. «Un profesional acomoda el día para tener entre unas 6 y 8 horas para practicar y también se puede tomar una hora de sesión con su coach para revisar algo sobre su juego o planteamiento, o analizar a tu próximo rival si lo considerás necesario», dice Sebastián Cosci, jugador de FIFA del equipo Maycam Evolve, que jugó para Huracán el último torneo de eLiga, gracias a un acuerdo entre su club y el conjunto de Parque Patricios para que lo represente en el campeonato.
Además del entrenamiento en sí, Cosci hace referencia a otros aspectos que son fundamentales a la hora de desarrollarse profesionalmente en esta industria: «Es importante acompañar el entrenamiento con terapia, médicos, masajistas y profesionales externos que te ayudan a mantenerte concentrado y enfocado, ya que eso te va a permitir obtener un mejor rendimiento».
Para el jugador de Huracán, la forma de poder llegar a ser un jugador profesional o percibir algún tipo de remuneración por esto es empezando por jugar los torneos online competitivos que directamente el juego ofrece en su abanico de contenidos. «Hoy en día los torneos oficiales de cada juego te invitan a sus plataformas online o te informan de campeonatos, y jugando ese tipo de competiciones te vas haciendo conocido», indica Cosci. Y añade: «Si obtenés buenos resultados, las organizaciones de esports te pueden contratar en base a eso y al reconocimiento que tenés en el ambiente».
En el caso del FIFA, estos torneos son los que están disponibles en el modo Ultimate Team, muy jugado en nuestro territorio. Algo similar sucede con el Counter Strike, uno de los shooters más famosos del mundo, que en nuestro país es uno de los juegos más populares. «Creo que somos mejores en los shooters en parte por una cuestión cultural y en otra parte por la infraestructura y el profesionalismo, que acá está más instalado, a diferencia de los MOBA, donde por ejemplo en Asia están mucho más asentados y profesionalizados, más allá de que acá el League of Legends sea de los que más interés suscitan», manifiesta Chiarito, que también hace un paralelismo con los juegos de fútbol: «Lo mismo pasa con los juegos de fútbol como FIFA y eFootball, que se jugaban en consolas que antes eran mucho más accesibles, entonces, sumándole la pasión que tenemos acá por el fútbol más la accesibilidad, esto generó que sea en los juegos de fútbol donde tengamos buenas actuaciones en las distintas competencias».
Por último, Chiarito se muestra optimista respecto al crecimiento de los esports en nuestro país, pero de todas maneras indica que hay que seguir mejorando y corrigiendo cosas para continuar desarrollando la industria. «Me emociona mucho saber todo lo que tenemos por delante, siento que está creciendo muchísimo y estaría buenísimo que en los próximos años eso se asentara más, pero hay que tener los pies sobre la tierra. Se necesita mucha inversión, más apuesta de las marcas, todavía está faltando que podamos dar mejores ejemplos, no solo a nivel internacional, sino en las mismas ligas que tenemos, tanto acá nacionales como regionales. Los mismos equipos tienen que mostrar mayor profesionalismo y revelar el interés que generan en muchas personas», señala el periodista, esperanzado, pero consciente de los desafíos que tiene la escena de cara al futuro para seguir progresando.

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