País | Sociedad | Más jóvenes y más graves

Segunda ola

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«Quizá el año pasado pensábamos que a esta altura iba a estar todo bastante más tranquilo, que iba a haber por lo menos un tratamiento eficaz, que las vacunas iban a llegar más rápidamente. E incluso este año, cuando se empezó a hablar de la segunda ola, nadie esperaba las cifras que finalmente se dieron a mediados de abril –relata Eugenia Traverso Vior–. Vivimos en un estado de incertidumbre, hasta que explotó todo».
La médica clínica advirtió por algunos indicios que el país estaba por atravesar una segunda ola de la pandemia, y que esa ola sería más intensa. «Me acuerdo de ver en Semana Santa la ruta estallada, o de salir a la calle y ver los bares con la gente en la vereda, charlando, parados, tomando cerveza y fumando todos juntos, sin barbijo. No sé cómo se hace para poder llegar a toda esa gente y explicarles cuál es el riesgo. Finalmente terminamos teniendo que tomar medidas que traen mucho malestar en muchos sectores, y que se podrían haber evitado si hubiésemos hecho las cosas bien». Los pacientes, agrega, son cada vez más jóvenes. Y los cuadros, más severos. «Se incrementó la cantidad de internados entre los 40 y los 60 años, aumentaron los casos graves en ese grupo etario. Una de las explicaciones puede ser la vacunación, ya los mayores están vacunados, y otra, el gran descuido de ese grupo con respecto a los cuidados. Los grupos de entre 30 y 60 años que han salido, que han vuelto a jugar al fútbol, a los gimnasios, a los bares, a los recitales, se han empezado a cuidar un poco menos».