29 de marzo de 2022

El Centro Cultural de la Cooperación, entre otras características, logró convertirse en una caja de resonancia de los debates regionales. Por sus salas pasaron varios de los principales líderes progresistas de las últimas dos décadas, así como personalidades relevantes del pensamiento latinoamericano. En ese contexto, y planteada por su director la continuidad de esas actividades, que no cejaron siquiera durante la pandemia, cuando se desarrollaron importantes ciclos de debate a través de herramientas digitales, vale recabar la opinión de Junio acerca de los procesos que se llevan a cabo en la región. El reciente recambio presidencial en Chile sobresale en la mirada del dirigente y la proyecta hacia otros países con un espíritu esperanzador. «Fue una derrota muy dura de la derecha y un triunfo extraordinario de la izquierda y el progreso, y tiene un rasgo muy interesante: que las grandes luchas juveniles, estudiantiles, populares, feministas, lograron expresarse en lo electoral, en lo político, en lo gubernamental. La experiencia chilena es muy interesante porque a veces hay grandes reacciones sociales que luego no se expresan en términos electorales y políticos y no logran torcer el rumbo. Por lo tanto, lo de Chile es muy esperanzador. Y ni hablar del país más grande del continente, donde tenemos la esperanza cifrada en el triunfo de Lula, y lo mismo en uno de los países más influidos por la derecha violenta, por la derecha vinculada con el narcotráfico, como la colombiana, donde hay una gran esperanza en que se dé vuelta una página. O países centroamericanos que dieron vuelta, como el caso de Honduras. Tenemos un continente que otra vez se pinta de un color esperanzador, y además un triunfo favorece y tonifica a los otros países. Desde ese punto de vista hay una expectativa política e ideológica de que tenemos por delante una etapa apasionante».