27 de junio de 2023

–Tenías un blog que se llamaba Fue la pluma, que devino en el portal Gloria y loor. Bien sarmientinos ambos.
–Los nombres están inspirados en Sarmiento. Hay una decisión de marketing político, si se quiere y es que, conscientes de la fuerza de esta tradición, y con todas las críticas que uno tiene para hacerle a Sarmiento, tomamos el aspecto más plebeyo de esa herencia que es que la escuela pública en Argentina es del pueblo. Y si bien Sarmiento quería matar a todos los gauchos y los indios, sus hijos, así como los hijos de los inmigrantes tenían que ir a la escuela porque los quería civilizar. Hay una mirada espantosa ahí, pero nos quedamos con la parte de que todos los niños tenían que ir a la escuela y el Estado va a poner esa escuela, que va a ser un palacio. Esta es una tradición muy valiosa en nuestro país y no podemos permitir que la derecha nos robe a Sarmiento, de ninguna manera. Ese padre del aula fundante tiene que ser una bandera nuestra, porque nunca dejó de serlo y no podemos permitir que nos la roben. La escuela es popular. El libro de él es De la Educación Popular, entonces hay que agarrar esa palabrita popular ver qué significa hoy, pero somos nosotros los que queremos que todos los chicos vayan a la escuela.
–¿Por qué Che Méndele?
–Mi familia es de Santa Fe y mi abuela tenía una pareja de vecinos que eran judíos. Él se llamaba Manuel y ella le decía Méndele que es Manuelito en idish y cuando yo nací mi tío, que le ponía sobrenombres a todos, me empezó a decir Méndele y en Santa Fe, cada vez que voy de visita, me llaman así Che Méndele y ahí quedó el usuario.