Activista inolvidable

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El Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini fue sede de la muestra de arte «No es igual, no da igual», en homenaje a una de las pioneras en la lucha por la visibilización y conquista de derechos de las personas trans en la Argentina.


Sala Lozza. Fotos, collages y escritos recordaron el valioso legado de Berkins. (Horacio Paone)

Lohana Berkins bailando en una comparsa, dando una charla, recibiendo un premio. En la calle hablando con un megáfono; con una remera de la Escuela Cooperativa Nadia Echazú, empresa social que creó en Avellaneda; posando con una sonrisa que se imprime en los ojos de quien la mire. «Activista, amiga, compañera, tía, hermana. No solo nos dejó un relato del “estar travesti” en el mundo, sus luchas interpelaron diferentes ámbitos de la vida», resumieron desde el Programa de Género y Diversidad Sexual del Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC), a cargo de la organización de la muestra colectiva en homenaje a quien fue una de las pioneras en las luchas por la ampliación de derechos de la comunidad TTTLGI. La exposición se pudo ver en la Sala Raúl Lozza, en el segundo subsuelo del Centro Cultural.

Brechas sin cerrar
«La muestra se inscribe en un certamen que hacemos desde hace cuatro años, llamado “No es igual, no da igual”, desde donde intentamos mostrar no solo avances en materia de derechos de género y de diversidad sexual, sino también las brechas que todavía existen en la Ciudad y en el país. Dada la temprana muerte de Lohana –falleció el 5 de febrero de 2016– pensamos que este año, en vez de hacer un concurso fotográfico, debíamos hacerle un homenaje con la misma consigna dado que ella fue una de las activistas que luchó por achicar las brechas», detalló la coordinadora del programa, Josefina Fernández.


(Horacio Paone)

A través de fotografías, videos, audios, collages, instalaciones y escritos, la exposición mostró el legado social y político de Berkins. Durante la inauguración, activistas, artistas y el público asistente la recordaron con cálidas palabras. «Quería un mundo para cada quien, como cada quien lo sueñe», aseguró la activista trans coordinadora de Futuro Transgenérico, Marlene Wayar, sobre Lohana, quien en 1994 fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT). A su turno, Federico Stolte, del Ministerio Público de la Defensa, insistió en que «cuando ella decía “destrabar el Estado”, se refería a que exista la posibilidad de que el Estado le dé a las personas trans una opción de trabajo distinta a la prostitución». Sasha, hermano de Diana Sacayán, (otra referente del activismo trans, asesinada en 2015), quien hasta hoy busca justicia por su muerte, fue contundente: «No hubiese sido lo mismo sin ella».
«Lo que Lohana dejó fue su legado, uno que muestra que la identidad de una persona no tiene que ser algo impuesto o algo establecido por los demás ya que es algo que individualmente se va construyendo», afirmó, por último, su sobrina, Ana Rodríguez Cruz; Paula Aguilar, del Consejo de Dirección del CCC; y la artista trans Susy Shock también evocaron a Berkins durante la apertura de No es igual, no da igual, exposición curada por Wayar, Viviana D’Amelia, Federico Baeza, Stolte y Pablo de Giovanni.

 

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