Al ritmo de los intereses del imperio

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La profesora de historia y secretaria del Centro de Militares para la Democracia Argentina (CEMIDA) brindó un detallado panorama de la actualidad geopolítica de la Argentina. La actividad fue realizada en el CCC Floreal Gorini.


Situación. «En materia de defensa y seguridad hemos retrocedido a la década de 1990». (Horacio Paone)

Elsa Bruzzone, profesora de historia, especialista en geopolítica, estrategia y defensa y secretaria del Centro de Militares para la Democracia Argentina (CEMIDA), brindó la conferencia «Defender Nuestra América como región de paz y coraje», organizada por la Asociación para la Unidad de Nuestra América – Regional Argentina (AUNA). La jornada se desarrolló en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini
y fue presentada por Jorge Cantor, integrante de AUNA.
Cantor habló sobre el nacimiento del CEMIDA, en el año 1984. «Se creó con el objetivo de que nunca más haya un golpe de Estado, por la defensa de la democracia y de los derechos humanos en su integridad, y buscando juicio y castigo a los integrantes de las Fuerzas Armadas que hubieran cometido terrorismo de Estado y delitos de lesa humanidad». También señaló que la entidad busca «aportar al sueño de nuestra Patria grande» y mencionó entre sus fundadores a los exmilitares Horacio Ballester, Augusto Rattenbach, Carlos Gazcón y José Luis García. Cabe destacar que algunos de ellos
han participado en los juicios por delitos de lesa humanidad.
En su intervención, Bruzzone advirtió que, durante la presidencia de Mauricio Macri, «en los temas de defensa y seguridad en el país fue un regreso a la década de 1990, en el sentido de las relaciones carnales tanto con Estados Unidos como con Gran Bretaña, y ahora se agregó el Estado de Israel». En ese marco, la autora de Las guerras del agua habló sobre la serie de acuerdos realizados a partir de la visita del presidente Barack Obama a la Argentina, el 24 de marzo de 2016. Poco tiempo después, el 16 de mayo de ese año, un importante diario porteño informó en sus páginas respecto de las intenciones de instalar una base científica estadounidense en Ushuaia, para dar apoyo logístico a las expediciones científicas a la Antártida.

Hacer base
Diversos encuentros que mantuvieron autoridades argentinas y norteamericanas permitieron conocer dichas intenciones, además de los acuerdos «para combatir el narcotráfico y terrorismo» en la Triple Frontera y la posibilidad de la instalación de una base en la frontera entre Chile, Argentina y Bolivia, más precisamente en la provincia de Jujuy, en el área que se conoce como «el corazón del litio». La especialista recordó además que múltiples manifestaciones populares protestaron en rechazo del establecimiento de bases militares norteamericanas en provincias como Misiones, Jujuy y Tierra del Fuego.
«Hay que decir que nunca, ningún gobierno, ni democrático ni ninguna dictadura cívico-militar en el país ofreció territorios a Estados Unidos para la instalación de bases como sí lo hizo el gobierno argentino», se lamentó Bruzzone en relación a la citada visita de Obama. Y cerró brindando un panorama geoestratégico de la Antártida, el continente con mayor reserva de agua dulce congelada del mundo y rico en hidrocarburos y minerales vitales para numerosos productos industriales. Si bien afirmó que la explotación de los recursos naturales de esta región está prohibida hasta el año 2041 e incluso hay consenso por parte de la mayoría de los países signatarios del Tratado Antártico, entre ellos Argentina, para prorrogarla hasta 2091, «hay
una fuerte presión por parte de las corporaciones transnacionales pertenecientes a
los países centrales para que esta prohibición caiga y ellos puedan entrar al Continente Antártico».

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