11 de septiembre de 2019
Cientos de pobladores de Ushuaia se congregaron al calor de los fuegos del cocinero Francis Mallman para manifestarse en contra de la instalación en el Canal Beagle de criaderos intensivos de salmones, jaulas del tamaño de un estadio de fútbol que se sumergen en las aguas marinas destruyendo la diversidad.
«Los suelos de los mares se convierten en basurales por los desechos; aumenta la concentración de pis en el agua, lo que produce algas tóxicas, y el hacinamiento de los salmones propaga enfermedades que son transmitidas a la fauna salvaje», explicó el biólogo Gustavo Lovrich.
Por su parte, Juan Ignacio García, coordinador de la licenciatura de Economía en la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, describió que la industria salmonera generaría pocas fuentes de trabajo y afectaría el turismo, actividad de la que viven la mitad de las familias locales.
En 2018, el Gobierno nacional y provincial otorgaron a la corona Noruega la posibilidad de desarrollar la salmonicultura en el Canal. Aunque ambas administraciones se comprometieron a no avanzar con el proyecto, los fueguinos reclaman una ley provincial que prohíba esta explotación intensiva.
(Lionel Machado)
