7 de marzo de 2019
Diversas organizaciones autodenominadas «provida», como la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina y Juventud Con Una Misión, firmaron un convenio con el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación que conduce Carolina Stanley y así consiguieron que se financie una línea 0800 a la que, en teoría, podrían llamar aquellas mujeres que cursan «embarazos inesperados». Según denunciaron sectores feministas, esta red podría transformarse en un instrumento de delación toda vez que una mujer se acerque a algún centro de salud para interrumpir un embarazo. La presentación se hizo en el Congreso Nacional, en el Salón de los Pasos Perdidos y, entre otros, cuenta con el apoyo de los legisladores Carmen Polledo, Cornelio Schmidt, Jorge Enríquez y David Schlereth. De este modo, se prevé que en los hospitales públicos los integrantes de la Red aborden a las jóvenes que solicitan una Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE), para que desistan de su voluntad, vulnerando no solo su intimidad sino el derecho elemental a decidir sobre su propio cuerpo.
