22 de noviembre de 2018
La noticia de que un hombre apareció muerto, con un disparo en la cabeza, en un Toyota Corolla negro en la Costanera Norte, este miércoles, pareció un tema de «inseguridad». Poco después se hizo público su nombre y se supo que se trataba de Oscar Hermelo. El testimonio de Adolfo Scilingo ubicó a Hermelo en la ESMA como parte de la patota que «administraba» los bienes robados a los militantes secuestrados. Hermelo había sido fiscal y había sido cuestionado por HIJOS y numerosas organizaciones de Derechos Humanos por las claras evidencias de su participación en el Estado terrorista. En las primeras investigaciones a cargo del fiscal José María Campagnoli fue hallada un arma en el coche de Hermelo y aún no se sabe si se suicidó o lo mataron. Lo cierto es que murió impune.