Arraigo local

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Cloacas, agua potable y otros servicios con fuerte impacto en la salud urbana son brindados por la Cooperativa de Obras Sanitarias de Venado Tuerto.

 

Rol activo. Con casi 50 años de vida, la COSVT se convirtió en una entidad fundamental para el progreso la localidad. (Carlos Carrión)

A medida que las ciudades multiplican su número de habitantes, necesitan proyectar obras de infraestructura y planes de saneamiento ambiental capaces de amortiguar los problemas derivados del aumento poblacional y preservar la salud de los ciudadanos. El nacimiento de la Cooperativa de Obras Sanitarias de Venado Tuerto (COSVT), ciudad de 80.000 habitantes ubicada al sur de la provincia de Santa Fe, reconoce este tipo de propósitos con una trayectoria institucional puesta al servicio del cuidado de la higiene pública. Alberto Armas, gerente de la entidad, sintetiza: «La cooperativa nació en 1965 por la necesidad que tenía Venado Tuerto de solucionar los inconvenientes generados por los pozos absorbentes. Se hicieron los primeros proyectos de desagües cloacales y se comenzó con la ejecución de la primera etapa, una obra que quedó oficialmente inaugurada en 1971 gracias a los aportes de los vecinos, la intendencia de Fernando Sauqué, la gobernación de Aldo Tessio y el apoyo técnico y financiero de Obras Sanitarias de la Nación». Desde entonces la COSVT ha logrado ampliar la superficie de cobertura cloacal a un 80% de la población venadense y se espera que en 2015, año en el que la cooperativa cumple 50 años, todos los vecinos de la ciudad cuenten con el servicio de cloacas. Un desafío que se suma al mejoramiento en la prestación de agua potable y las políticas de saneamiento vinculadas con la depuración de líquidos atmosféricos y la incineración de residuos patológicos provenientes de hospitales, sanatorios o dispensarios públicos.

Desde 2003, la cooperativa está encargada de la concesión del servicio de agua potable, contando actualmente con una planta potabilizadora, profesionales y técnicos especialistas y un sistema de distribución que cubre la mitad del ejido urbano. Tal como subraya Armas, «el plan original preveía la realización de un acueducto, algo que el gobierno provincial nunca concretó y que esperamos que algún día sea realidad. Mientras tanto seguiremos de esta manera, tratando de adecuarnos a los avances tecnológicos en el tratamiento del agua, lo cual permite garantizar los estándares de salubridad establecidos, y buscando la manera de ampliar la red de consumo a zonas a las que aún no hemos llegado». Al respecto, Pablo Martín Bonadeo, presidente de la entidad, puntualiza que también se están haciendo extensiones que permitirán llevar agua potable a escuelas, geriátricos y centros de salud que están fuera de la red de distribución actual. «En 2012 lo hicimos en el oeste de la ciudad –añade– y este año estamos avanzando en el norte y el sur». Este tipo de obras y la proyección estratégica de la ciudad se sostienen en una identidad cooperativa con fuerte arraigo local. Tal como afirma Bonadeo, «la cooperativa no pudo ser arrasada por las privatizaciones de la década del 90 y conserva su autonomía y el control de sus asociados para poder discutir los proyectos de mediano y largo plazo. Tenemos tecnología, contamos con personal capacitado y recibimos la confianza del municipio y otras instituciones, lo cual nos permite planificar el trabajo de manera integral».

Previsión. Debonis, Armas y Bonadeo
resaltan la importancia de planificar
obras a largo plazo. (Carlos Carrión)

Un caso testigo es la infraestructura con la que hoy cuenta Venado Tuerto en materia cloacal, la cual supera el espacio urbano de la ciudad y permite que los próximos emprendimientos habitacionales tengan garantizado el servicio. «Todo el desarrollo del sistema cloacal debe ser pensado para los próximos 100 años. Imagínense lo que sería hacer un pavimento ahora y dentro de cinco años tener que romperlo para hacer las cloacas. Afortunadamente con los aportes del Gobierno nacional y los créditos del Banco Credicoop hemos podido llevar adelante el plan», comenta Armas.

 

Cambio cultural
La COSVT también realiza campañas de difusión sobre cuestiones de saneamiento y problemáticas ambientales de la región. Su secretario, Eugenio Debonis, sostiene que estas transformaciones también representan un cambio cultural, lo cual implica hacer visibles los trabajos realizados. «Hemos colaborado en la realización de charlas y campañas de concientización junto con el área de medio ambiente de la municipalidad y participamos en los programas del gobierno nacional con el fin de que la gente se capacite y aprenda un oficio. Además realizamos visitas guiadas para diferentes escuelas de la ciudad en las que se explica el tratamiento de los residuos cloacales y la importancia de potabilizar un agua que tiene niveles de arsénico o flúor no permitidos para el consumo humano. Aunque este año vamos a focalizarnos en la capacitación de los docentes, ya que ellos son los verdaderos nexos con los alumnos y quienes mejor pueden mostrarles que el mejoramiento de la higiene pública nos involucra a todos». Este principio solidario quedó expuesto en el concurso fotográfico El agua como fuente de vida, una iniciativa que formó parte de los festejos por el Año Internacional de las Cooperativas y reunió en 2012 a todas las entidades solidarias de la ciudad.

Lautaro Cossia

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