Bajar del escenario

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Marini. La actriz abordó las herramientas de las que se vale a la hora de trabajar. (Jorge Aloy)

La Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes desarrolla, a través del Área de Formación que ofrece su Fundación SAGAI, las Charlas ODA (Oficio del Actor) en las que referentes del mundo de la actuación cuentan su experiencia y comparten con sus colegas, y con la comunidad toda, los detalles de su fascinante oficio. Luego de las experiencias de Cristina Banegas, Oski Guzmán y Augusto Fernándes en 2016, el ciclo inició su segunda temporada, esta vez en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, con una charla de Marilú Marini. Celina Font, actriz y vocal de SAGAI, dio la bienvenida y recordó que las charlas son registradas de manera audiovisual y están disponibles de forma libre en el sitio sagai.org.
«El cajón de herramientas de una actriz» fue el título de la charla de Marini. Allí destacó a la actuación como «uno de los últimos oficios en este mundo en el cual la tribu es convocada para escuchar una historia». Relató sus orígenes en la danza y cómo fue que comenzó a acercarse al oficio. «Me lancé al teatro con una inconsciencia maravillosa –dijo–. Yo soy una persona que goza mucho con la vida, tengo la suerte de ser feliz. Pero creo que puedo ser feliz porque sé que puedo ser oscura también. Yo creo que he podido llegar a hacer cosas más o menos interesantes cuando pude ver que yo era capaz de pensar y tal vez de realizar algo atroz, algo que no está permitido». También mencionó entre sus herramientas para actuar, el psicoanálisis y los ejercicios de yoga. «La preparación tanto física como mental y emocional es esencial para poder estar disponible para el papel que se va a encarnar. Como actores tenemos que saber que el hecho teatral es el resultado de un conjunto de energías. Que nosotros seguramente las centralizamos porque somos el vector que comunica la palabra, somos el cuerpo en ese espacio teatral, pero somos el resultado de toda una cantidad de gente que ha trabajado y ha hecho cosas para que nosotros encarnemos y emitamos. Y me parece que estar dispuestos, libres, abiertos con posibilidades de respuesta a eso que se nos pide es lo que hace posible que ese algo tenga vida, es lo que hace posible que la historia pueda ser contada, que el mito pueda ser revivido, que pueda crearse la situación teatral»

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