Camino de un maestro

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El CCC Floreal Gorini y el Canal Encuentro produjeron conjuntamente una película que relata la historia del docente neuquino asesinado en abril de 2007. Emotiva presentación.

 

Sala solidaridad. Ante un auditorio colmado, la proyección fue presentada por Zito, Rodríguez, Junio, Maldonado y Perczyk. (Horacio Paone)

Pasaron seis años y medio del asesinato del maestro neuquino Carlos Fuentealba, hecho que conmocionó no sólo a la Argentina sino que traspasó sus fronteras con el reclamo urgente por justicia que continúa hasta el día de hoy. El 4 de abril de 2007, alrededor de 1.000 docentes neuquinos decidieron cortar la ruta 22, en la localidad de Arroyito, como medida desesperada frente a la constante indiferencia del entonces gobernador Jorge Sobisch. El reclamo no era otro que el justo cumplimiento de las leyes laborales, pero Sobisch ordenó una cruenta represión. Cuando ya los manifestantes retrocedían a pie o en sus vehículos, la policía les dio alcance y, sin mediar palabras, el cabo primero José Darío Poblete se acercó al automóvil que conducía Fuentealba y, a dos metros de distancia,  le disparó una bomba de gas lacrimógeno a la cabeza produciéndole una herida mortal. Estos hechos conforman uno de los pilares del documental Carlos Fuentealba. Camino de un maestro, tercera coproducción entre el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y el canal estatal Encuentro, cuya presentación se llevó a cabo en la sala Solidaridad del complejo de la calle Corrientes. Su realizador, Luciano Zito, decidió plasmar la historia de este hombre y lo que significaron su vida y su muerte a través de todas sus facetas: la del hijo de una familia humilde, la del joven que obtuvo una beca por ser buen estudiante, la del maestro de matemáticas, física y química en una escuela de los barrios más pobres del oeste de Neuquén, la del militante sindical, la del amigo, la del excelente compañero de trabajo, la del marido de su compañera de vida y lucha Sandra Rodríguez, y la del padre de Camila y Ariadna. Pero el documental también da cuenta de cantidad de testimonios, imágenes y audios: de esa terrible mañana en Arroyito, de las más de 5.000 personas que marcharon al día siguiente, de la causa separada en dos (la primera sobre Fuentealba y la segunda sobre las responsabilidades en el accionar de policías y funcionarios), de Poblete preso, de Poblete descubierto infraganti caminando por la calle gracias a la corrupción judicial neuquina, y su nueva reclusión, del juicio, y de lo que todavía no es: la detención de Jorge Sobisch como autor intelectual del crimen.

 

Silencio y aplauso
Al terminar el documental, un hondo silencio seguido de efusivos aplausos puso en evidencia la gran emoción del público que colmó la sala mayor del CCC; lo mismo pasó con las palabras de Sandra Rodríguez antes de la proyección, cuando dijo: «Quiero dedicar esta presentación a cada uno de los que están acá, en las butacas y en el panel. Pero quiero dedicarla especialmente, porque se lo debemos, a Camila y a Ariadna Fuentealba, y decirles que acá estamos, todos juntos homenajeando a su papá, por ese gran padre que ha sido, pero también homenajeando esta enorme lucha que llevamos desde hace 7 años con todas las organizaciones, y tratando de reunir a todos los sectores para que, de una vez por todas, esta injusticia que fue el asesinato de Carlos termine con dilucidarse la verdad». Y agregó: «Creemos realmente que este documental no es sólo una herramienta; es el reflejo del dolor más profundo que nos generó a todos nosotros para poder transformarlo en lucha. Esto es Carlos, Carlos es vida hoy, no está muerto en la ruta, está viviendo entre nosotros y se multiplicó. Por eso lo reivindico como ese maestro, como ese padre, como mi compañero de vida, como un militante revolucionario».
Stella Maldonado, secretaria general de CTERA, dijo poco después: «Esta película va a ser una más de todas las herramientas que hasta aquí se han ido forjando para luchar por la justicia completa en el caso del asesinato de Carlos Fuentealba». También acompañaron la proyección Jaime Perczyk, viceministro de Educación de la Nación, y Juan Carlos Junio, director del CCC, quien señaló: «Somos todos conscientes de que con esta película, que es una expresión artística, cultural y política, estamos haciendo un importantísimo aporte a aquello de defender la memoria, de defender la historia, de ponerla de cara a la sociedad, a la juventud, a los maestros en este caso, en fin, al conjunto de nuestro pueblo. Es esa, seguramente, la mejor forma de luchar para que este tipo de eventos represivos, asesinatos de núcleos reaccionarios, oscurantistas y fascistas, no se repitan».
Zito, en tanto, afirmó: «Espero que el documental les genere preguntas, les genere indignación y, sobre todo, que les genere ganas de apoyar aún más a Sandra en esta lucha, que todavía está latente». Hacia el final, Juano Villafañe, director artístico del CCC, manifestó a Acción: «Creo que Luciano Zito resuelve muy bien ese vínculo entre la militancia, la vida privada, particular, la vida familiar, la vida política, la vida propia de educador, en esa gran tradición que tiene el maestro en la Argentina. Así que lo que ha hecho Luciano Zito es un hermoso documental que cubre todas las condiciones de un relato cinematográfico, afectado desde la subjetividad, y coloca la figura de Fuentealba en un lugar muy alto y reconocido por todos: justamente, como un hijo del pueblo que luchó por la educación pública en este país».

Jorge Freidemberg

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