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En la localidad de Elortondo, Santa Fe, la entidad acompaña desde hace décadas a productores de una zona núcleo de la Pampa Húmeda. Vínculos con Credicoop.

 

Silos. San Cristóbal y Ansaloni frente a la planta de acopio, uno de los principales servicios de la cooperativa santafesina. (Carlos Carrión)

Al sur de la provincia de Santa Fe, la localidad de Elortondo forma parte del llamado núcleo central de la producción agropecuaria argentina. El pueblo comenzó a crecer de la mano del modelo agrícola-ganadero instalado a partir de 1880. El tendido de redes ferroviarias y el aumento de la actividad portuaria propició en los pueblos del sur de la provincia un importante crecimiento económico, aunque la concentración de la propiedad de la tierra y las condiciones desventajosas en las que se encontraban los pequeños productores generaron protestas que tuvieron su corolario en el Grito de Alcorta de 1912.
Aquella situación impulsó la asociación cooperativa y solidaria entre los vecinos y así nació, en 1943, la Cooperativa Agrícola Ganadera Limitada de Elortondo, entidad que, en 1958, se fusionó con la Cooperativa Federal Agropecuaria. Esta unión conformó la actual Cooperativa Agropecuaria Unificada (CAU). «Aquélla fusión tuvo un gran valor histórico para nuestro pueblo ya que es la primera vez que se unieron dos entidades cooperativas en la provincia de Santa Fe», recuerda Laureano San Cristóbal, gerente de la CAU. Asimismo, subraya que la cooperativa se fundó con el objetivo de que los productores del pueblo y la zona tuvieran un espacio donde acopiar y comerciar su producción pero con el tiempo fue creciendo y ampliando los servicios. «Hoy también proveemos insumos agropecuarios, ofrecemos los servicios de transporte y las instalaciones portuarias de la Asociación de Cooperativas Argentinas (federación a la que pertenece la CAU), brindamos servicios sociales y contamos con un supermercado propio, que ha mantenido las puertas abiertas incluso en tiempos de crisis y es un referente en la localidad por los precios y la diversidad de productos que ofrece», enumera, orgulloso, el gerente. Al respecto, Juan Carlos Ansaloni, presidente de la CAU, destaca: «En un momento tuvimos que tercerizar los servicios del supermercado, pero hoy la carnicería, la verdulería y la fiambrería son manejados por los socios de la cooperativa».
El 95% de las actividades de la CAU está ligado a la actividad agrícola y apenas un 5% se relaciona con la producción ganadera. «Nosotros vemos que quienes se quedaron en la actividad ganadera mantuvieron niveles de rentabilidad y hoy están en crecimiento, pero es muy difícil que vuelvan quienes la abandonaron», dicen a la hora de remarcar los cambios en la matriz agropecuaria pampeana, hoy centrada en la producción de soja. La participación, como en muchas otras organizaciones solidarias, es uno de los grandes desafíos de la CAU: «aún estamos en el desarrollo de las actividades tradicionales y necesitamos seguir trabajando para establecer otras dinámicas asociativas y dinamizar la participación societaria», afirma San Cristóbal. Ansaloni, en tanto, plantea la necesidad de divulgar  la agenda cooperativa en los debates de la comunidad. Por ello, trabajan en conjunto con otras entidades cooperativas de Elortondo, entre ellas, la filial local del Banco Credicoop (ver recuadro). «Desde hace años –cierra Ansaloni– participamos junto a cooperativas e instituciones del pueblo en el armado de actividades colectivas, como una bicicleteada por el Día de la Cooperación o el monumento por el Año Internacional del Cooperativismo. Queda pendiente sumar nuevos socios y reflotar la participación de los jóvenes para que se involucren en la gestión cooperativa».

Lautaro Cossia

 

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