15 de enero de 2014
El titular del departamento de Atención a Cooperativas y Entidades de Carácter Social de Credicoop repasa la actualidad de la iniciativa nacida hace 15 años.
Resultados. Según Pannunzio, la labor del Departamento llevó a que hoy 7.000 entidades sociales estén vinculadas con el banco. (Jorge Aloy)
Surgido como un proyecto estratégico de articulación entre el banco y las empresas de la economía solidaria, el Departamento de Atención a Cooperativas y Entidades de Carácter Social de Credicoop brinda asistencia financiera, capacitación y asesoramiento integral a cooperativas, mutuales y universidades, entre otras instituciones. «Esta oficina fue creciendo en cantidad de entidades vinculadas y en experiencia, fruto de una ardua y comprometida labor que comenzamos hace 15 años, a partir de la integración de los bancos cooperativos del Interior que se fusionaron con Credicoop –cuenta el jefe del departamento, Carlos Pannunzio–. Esa nueva situación nos indujo a profundizar y a generar contactos con empresas cooperativas de otras ramas (servicios públicos, agropecuarias, producción y trabajo) y, también, con escuelas y universidades». Recorrer el territorio nacional llevó al equipo departamental a conocer mejor las diferentes realidades y con esa información adecuar los beneficios y las prestaciones bancarias a los requerimientos de cada empresa y sus comunidades.
«Cuando en 2001 se precipitó la debacle económica de la Argentina, una de las primeras acciones del banco fue reforzar los vasos comunicantes que se habían tendido con diferentes sectores sociales –recuerda Pannunzio–. Así nació Credicoop y la Comunidad, con el fin de movilizar a dirigentes, funcionarios y asociados para sostener nuestra entidad y, al mismo tiempo, salir al encuentro de la comunidad, reafirmando los principios y valores heredados de las cajas de crédito nucleadas en el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos», explica el titular del departamento. Ratificando su identidad solidaria, en ese momento la banca cooperativa comenzó a desplegar un entramado asociativo nuevo, evaluando cuáles eran las necesidades y las potencialidades, y diseñando estrategias que pudieran dar respuesta a las mismas. «Delineamos préstamos especiales destinados al desarrollo de proyectos integrales, a inversiones, servicios y productos, y también entablamos una relación más profunda en lo social y cultural», manifiesta Pannunzio. La visita permanente, la búsqueda de acuerdos con organismos oficiales para acercar líneas de crédito más favorables, el impulso de emprendimientos asociativos, el acompañamiento de negocios, el monitoreo de necesidades y la optimización operativa, son parte de las tareas que desarrolla a diario el departamento. Según el dirigente, este accionar es el que llevó a que unas 7.000 entidades de carácter social, a lo largo y ancho de la Argentina, se asocien a Credicoop.
A partir de una nueva realidad que se generó en nuestro país con el fenómeno de empresas recuperadas por sus trabajadores y autogestionadas bajo la figura cooperativa, el departamento desarrolló servicios especiales para atenderlas. «La mayoría de estas empresas operan con nosotros y no sólo les ofrecemos beneficios bancarios sino que también las ayudamos con capacitación para que aprendan a desenvolverse en el proceso de la gestión cooperativa», comenta el funcionario en relación con la asistencia técnica que se les brinda, junto con la Fundación del banco, a estas entidades. «Como lo hacemos con el resto de las cooperativas, escuchamos todas las propuestas y tratamos que se concreten sus proyectos; por eso adoptamos el lema “Armá tu crédito, armá tu sueño”».
Según Pannunzio, esta preocupación por ampliar los servicios para beneficiar a más personas se refleja en los más de 200 Pagocoop (sistema de cobro de facturas) diseminados en diferentes pueblos del territorio nacional y en las oficinas comerciales habilitadas para abrir una cuenta corriente, solicitar una tarjeta de crédito, asesorarse sobre préstamos, que se están instalando fundamentalmente en entidades de carácter social. «Estas iniciativas responden al gran avance en los lazos que tejimos con las cooperativas, universidades, colegios profesionales y sindicatos», asegura el jefe.
Por otro lado, desde algunos años y en alianza con diferentes universidades y municipios del país, Credicoop implementó el programa Emprendedor XXI, que tiene como objetivo proveer a jóvenes estudiantes universitarios avanzados y graduados de herramientas financieras para formar sus propias empresas. La propuesta intenta fomentar el arraigo, ya que les ofrece a los jóvenes profesionales la posibilidad de llevar adelante sus ideas en la comunidad donde viven y, al mismo tiempo, promover la creación de empresas innovadoras.
«Revalorizamos el proyecto Credicoop y la comunidad, desarrollamos nuevas líneas de crédito especiales para las entidades de carácter social, promovemos el desarrollo local y ofrecemos préstamos de inversión productiva teniendo en cuenta que las cooperativas reinvierten siempre en su zona. El doble carácter de empresa y movimiento social –concluye Pannunzio– se pone de manifiesto cotidianamente en nuestra entidad, demostrando no sólo que se trata de un banco diferente sino que Credicoop es otra manera de ser banco».
—Silvia Porritelli
