Codo a codo

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La cooperativa Barrios Productores nació de la organización popular durante la crisis de 2001. Hoy la integran alrededor de 1.600 personas que realizan reciclado, construcción, mantenimiento de espacios verdes y elaboración de alimentos.


Manos en acción. La gestión de residuos es uno de los servicios más demandados. (SEBASTIÁN CASALI)

Cuando nace nuestra organización, éramos los negros de la olla popular», recuerda César Villanueva, que, con solo 33 años, es el coordinador general de la cooperativa platense Barrios Productores, entidad con más de 20 años de trabajo, hoy asociada al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. En plena crisis de 2001 nació la organización civil La Falcone, que pronto comenzó a crecer: de haberse organizado para conseguir una batería de planes para paliar el hambre llegó a sentarse a negociar con los representantes del Estado las formas de redistribuir las asignaciones sociales. «De los negros de la olla popular pasamos a ser los negros del plan y más tarde los negros de las cooperativas y la economía popular», ironiza Villanueva.
En 2008, el plan Argentina Trabaja impulsó la creación de cooperativas. Tras sumarse al reclamo de Cooperativas sin Punteros, que hermanó a un amplio conjunto de agrupaciones en todo el país, desde La Falcone lograron crear estructuras organizadas en los barrios como cooperativas autónomas.  Así nació Barrios Productores, una cooperativa con objeto social ampliado, figura legal que lograron, también, gracias a la lucha. Hoy se dedican al mantenimiento de espacios verdes y parquización, elaboración de productos alimenticios (verduras y hortalizas, pollos y huevos agroecológicos, productos de panadería) y gestión de residuos. La entidad está integrada por 1.600 asociados que trabajan en La Plata, Berisso y Ensenada. En su mayoría, son mujeres. Muchas de ellas no tenían trayectorias laborales y la cooperativa se convirtió en un espacio de contención y reconocimiento.
Otro proyecto de importancia es el de construcción de viviendas. A través de fondos rotativos de capital, donde cada asociado aportó según su posibilidad, compraron siete hectáreas en lo que hoy se conoce como Barrio Sicardi. En este proceso, recuerda Villanueva, no faltaron las peleas contra las inmobiliarias y la especulación: «De un día para el otro el cemento, la tierra, valían veinte veces más». Redoblaron la apuesta y recrearon la experiencia en otras zonas, como en el Barrio Aeropuerto, donde rebautizaron la zona como el Barrio La Falcone y construyeron 30 casas con el Programa Mejor Vivir, en el que el Estado facilitó la compra de materiales. El fondo rotativo funciona a medida que cada socio va pagando el costo del lote, y de esta manera, financiando la compra de un nuevo macizo para lotear a nombre de la cooperativa, que en la actualidad ya tiene un nuevo proyecto: Barrio Solidario.

Aulas propias
También se realiza una importante labor educativa: solo en La Plata, la cooperativa tiene 17 espacios propios donde funcionan doce aulas de bachilleratos, tres de nivel primario y seis cursos de formación superior. También gestionan merenderos, comedores comunitarios y un playón recreativo.
Además, la cooperativa recibió del IMFC mesocréditos, que se utilizan para la inversión productiva de la cooperativa y microcréditos, para  trabajos de mejoramiento de las viviendas. «Si tanto como se publicita un televisor se pudiera transmitir que con el ahorro popular que nace de la transferencia de ingresos de políticas sociales se pueden mejorar las viviendas, hacer ampliaciones, tener baños dignos, se podría mejorar mucho la calidad de vida de las personas», dice Villanueva. Los microcréditos permiten pagar en cuotas el mejoramiento del hogar a personas que no califican como sujetos de crédito para los bancos tradicionales y que pueden acceder a ellos como asociados de la cooperativa.
«Creemos que es tiempo de amucharnos, de hacer redes para potenciarnos –concluye el dirigente–. Soñamos que en cada barrio haya una cooperativa de provisión de servicios y un espacio articulador de distribución y de venta de todo lo que existe y podría existir dentro de la economía popular».

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