11 de enero de 2016
En la filial Litoral de la ciudad de Rosario se celebró el 57º aniversario de la entidad con la presencia de referentes de organizaciones sociales del sur santafesino. Análisis del panorama político actual y de los desafíos por venir.
Mesa. De Lorenzi, Paredes, Seminara y Pérez hablaron ante un nutrido auditorio. (Julieta Pisano)
Bajo el lema «Por una Argentina con más democracia y equidad distributiva», la filial Litoral del Instituto Movilizador conmemoró el 57° aniversario de la institución fundada en 1958. El acto fue encabezado por Iván Pérez, jefe de la filial Litoral; Claudia Paredes, presidenta de la comisión asesora de la filial; Eduardo Seminara, diputado nacional y exmiembro del directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA); y Marcelo De Lorenzi, consejero del Banco Credicoop. «Una de las características del mundo actual es el avance de la desigualdad. Por eso es tan necesario apuntar al sector cooperativo y generar otra matriz distributiva. El IMFC se piensa como parte del sector público no estatal y nunca circunscribimos nuestra actividad al ámbito cooperativo, sino que sentimos la necesidad de comprometernos con la realidad política de nuestro país y batallar por una sociedad más igualitaria», expresó Pérez ante un auditorio integrado por dirigentes cooperativistas, miembros de organizaciones sociales y referentes del campo económico y político del sur santafesino. Paredes, por su parte, hizo hincapié en los desafíos que plantea esta etapa política del país: «A lo largo de toda su historia, el IMFC pensó a la batalla cultural como uno de los ejes de su actividad transformadora, brindando herramientas que sirvan para la crítica y la reflexión. Y hoy, ante un nuevo avance de la doctrina liberal, vuelve a plantearse el reto de desarrollar una conciencia solidaria que le ponga límites a las políticas de exclusión». También recordó el legado de Jacobo Amar, histórico dirigente del IMFC, quien sostuvo desde los comienzos de la institución que las cooperativas no pueden ser pensadas como entes abstractos al margen de los problemas que aquejan a la sociedad. Seminara, por su parte, planteó la necesidad de generar un espacio de debate que posibilite reafirmar las conquistas alcanzadas en la última década: «Es evidente que algunas de nuestras debilidades estratégicas han permitido el avance de la derecha y en pocos días de gestión se intenta borrar de un plumazo las medidas más democratizadoras y vulnerar los derechos adquiridos». A modo de cierre, De Lorenzi repasó momentos fundantes de la historia del Instituto: «Entre 1958 y 1966, se crearon cientos de cajas de crédito, que llegaron a tener una participación del 12% en el sistema financiero argentino, lo cual generó una situación intolerable para el poder económico. Fue así que con la complicidad de los bancos privados extranjeros se tomaron medidas contrarias a los intereses cooperativos, y no es casual que aún perdure la reforma financiera de 1977 que desarticuló al viejo movimiento cooperativo de crédito. Y lo mismo sucedió en los años 90. El desafío de esos años, como ahora, es seguir consolidando al sector y difundir los principios y valores de la cooperación». —Lautaro Cossia
