Comunicar: esa es la cuestión

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Hace más de una década se creaba una de las primeras radios cooperativas del país. La apuesta fue que la información circule libre y caudalosa. Hoy, el colectivo gestiona una FM, un portal de noticias, una editorial, una productora cultural y una revista.


En el aire. Los temas de género y feminismos forman parte de la comprometida grilla.

Anclada en el oeste bonaerense, en la localidad de Castelar, la Cooperativa de Trabajo para la Comunicación Social fue impulsada por un grupo de estudiantes de Periodismo que decidieron poner al aire una radio de frecuencia modulada. FM En Tránsito, gestionada de manera cooperativa, obtuvo recién en julio pasado la licencia para transmitir en el éter y el correspondiente reconocimiento legal. «La comunicación es un derecho humano esencial para el ejercicio de la ciudadanía plena y el goce de otros derechos –dice Romina Coluccio, asociada de la entidad solidaria–. También la entendemos como un espacio para disputar y construir sentidos», agrega. Según la comunicadora, la forma de habitar la comunicación se funda en un posicionamiento muy claro: la defensa y la promoción de los derechos humanos y «desde ahí, damos la batalla cultural», asegura.
Con el correr de las décadas, la organización cooperativa se diversificó y se fortaleció. «Ante la adversidad tuvimos mucha demanda. Resultó un espacio muy necesario para la comunidad y lo sostenemos con mucho orgullo», dice Coluccio en relación con el rol que cumplió la emisora comunitaria durante los cuatros años de gobierno de Mauricio Macri.
Además de la radio, la cooperativa gestiona el portal de noticias Comunicación Social (www.comunicacionsocial.org.ar). Según cuenta la asociada, el espacio se convirtió en fuente de información para la comunidad y para el resto de los medios de la zona que, en el contexto de crisis, no están en condiciones de encargar múltiples producciones. Platea Oeste, fundada en marzo de 2016, es otro de los desarrollos de la cooperativa. Se trata de una productora cultural que ofrece y promueve espectáculos nacionales e internacionales en el Conurbano bonaerense, sin perder de vista las propuestas locales. A esta variedad de iniciativas impulsadas por el colectivo asociativo, se sumó la editorial Gráfica Cooperativa.
Afectada por la crisis que golpeó en los últimos tiempos a las publicaciones culturales e independientes, producto de los altos costos de impresión y de distribución, la cooperativa dejó de editar su revista cultural y autogestiva Guarnin!. Pero luego de un año de silencio, y como dulce revancha, recientemente un nuevo número salió a la calle para festejar sus tres lustros en papel.

A bardearla
Hace dos años la cooperativa ideó el festival Bardos, una propuesta que incluyó 30 horas seguidas de actividades para celebrar los 30 años de FM En Tránsito. «Bardos es una actividad cultural y, a la vez, territorial. Por eso el nombre. Bardos eran los trovadores del medioevo que recorrían pueblo tras pueblo llevando las novedades de la comarca a las diferentes comunidades. Eso hacemos –dice Patricio Enciso Riveros, presidente de la cooperativa–. Recorremos las ciudades del oeste y llevamos música, cine, teatro y arte, con el objetivo de democratizar espacios, poner a dialogar a la sociedad y abrir propuestas colectivas para lo nuevo que sucede por este lado del Conurbano –explica el dirigente–. Hoy Bardos es parte de nuestra agenda. Es un evento anual que dura tres o cuatro días y que se desarrolla en el mes de noviembre», agrega.
Este año la propuesta se amplió. Enmarcado en Bardos, la cooperativa lanzó Toca Une, Tocan Todes, un ciclo de microprogramas que aborda la música desde el género, les feminismos y la ley de cupo de feminidades para los festivales. «La iniciativa cooperativa –comenta Coluccio, impulsora de la actividad–, discute las lógicas de la industria musical y también la matriz heteronormativa, clasista y racista vigente en los imaginarios sociales que normaliza la discriminación».