14 de agosto de 2013
Las pymes como proveedoras locales de equipos terminales que años atrás se importaban. Presión de las empresas concentradas prestadoras de servicios.
La transformación de las telecomunicaciones permitió construir un complejo industrial nacional liderado por pequeñas y medianas empresas con alto grado de desarrollo técnico. Tras el proceso de desindustrialización de la década del 90, cuando las compañías de servicios de telecomunicaciones importaban los equipos terminales, la aparición de proyectos como la TV digital y la nueva reglamentación para las telefónicas –principalmente en el área de telefonía celular– abren distintos nichos de producción y permiten revertir el saldo comercial de la actividad. Esta recuperación dio nacimiento a nuevas cámaras pyme del sector, que en la actualidad trabajan con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en el desarrollo de productos que se adapten a estándares internacionales.
El sector de equipos terminales de telecomunicaciones está compuesto por unas 950 empresas locales que producen, en su mayoría con diseños propios, más de 200 tipos de bienes y sistemas, y emplean cerca de 20.000 trabajadores, de acuerdo con datos del INTI. Estas empresas fabrican centrales telefónicas, aparatos telefónicos alámbricos e inalámbricos, facsímiles, módems y teléfonos públicos; en radiodifusión, transmisores y receptores de VHF, UHF y BLU; en espectro ensanchado, radio digital, trucking, paging, DECT, BLU; y en televisión y radiodifusión, transmisores de AM, FM, satelital, microondas, MMDS, amplificadores de audio, consolas, transmisores de TV y medición de intensidad de campo.
Distintas iniciativas público-privadas estimularon la recuperación del sector. Desde el Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de las Telecomunicaciones, hasta los programas Argentina Conectada, Conectar Igualdad, Televisión Digital y la conversión de Arsat en una empresa activa del mercado, confluyeron para generar esa transformación, señala el presidente de la Cámara de Informática y Comunicaciones de Argentina (CICOMRA), Norberto Capellán. Todas estas iniciativas requieren un trabajo conjunto en hardware, software y diseño, que crea oportunidades a nuevos emprendimientos y estimula la generación de empleos de alta calificación.
Sólo voz
Tras la crisis de 2001-2002 el único segmento del sector que se mantuvo indemne fue el relacionado con el entonces incipiente mercado de banda ancha, a través de módems ADSL. La recuperación económica permitió reducir el déficit comercial vinculado con la importación de bienes de capital a través de incorporación de valor agregado, entendido como el incremento de componentes físicos y piezas terminadas fabricadas en el país en los equipos, la instalación de infraestructura de producción adecuada, los servicios de pre y posventa, el fortalecimiento de las capacidades de los recursos humanos, el desarrollo de programas y aplicaciones, la innovación aportada por la investigación y el desarrollo nacional y por la introducción del avance tecnológico internacional, tanto en lo que respecta a productos como a los procesos de cadena productiva.
Las pymes invierten y participan en ambiciosos proyectos. La cordobesa Denwa Technology invirtió este año 53,7 millones de pesos en incrementar su producción de aparatos para telecomunicación para el mercado corporativo. La pyme desarrolla teléfonos y equipos para servicios de comunicación por Internet, tanto para transmisión de voz, datos e imágenes, con una plantilla de 20 trabajadores altamente capacitados. Otro caso es el de las empresas DTA y Consulfem, dos pymes cordobesas asociadas a Satellogic en la construcción del nanosatélite argentino «Capitán Beto», puesto en órbita en China el 26 de abril pasado.
El desafío que enfrenta el sector es complementarse con las grandes compañías de servicios como proveedoras de insumos y terminales, aunque el vínculo comercial entre las pymes y las multinacionales de comunicaciones es asimétrico. «Las grandes empresas del sector deberían reinvertir sus utilidades en la región para la ampliación y mejora de la red, algo que hacen tibiamente desde la crisis de 2001, cuando dejaron de dar un servicio de calidad. Mientras, presionan a las pymes para que vendan más barato bajo amenaza de dejarlas fuera del negocio», explica Pablo Perelmuter, presidente de la Cámara Argentina de Pymes Proveedoras de las Telecomunicaciones (Cappitel). Para revertir esta situación, se anunció el lanzamiento del Nuevo reglamento de calidad de servicio de telecomunicaciones, que busca mejorar las prestaciones, además de establecer que las compañías deben incrementar sus compras de insumos en el mercado local. El INTI dispone además de un programa, a través del Sector Telecomunicaciones, que ofrece a pymes industriales y comercializadores, servicios de ensayos para homologación de equipos ante la Comisión Nacional de Comunicaciones, como así también de verificación de equipos con el objetivo de avalar las especificaciones técnicas y las prestaciones que se brindan a los usuarios o compradores nacionales e internacionales, a través de un documento de certificación. Junto con las cámaras del sector, el instituto trabaja para incrementar el número de nichos productivos relacionados con la actividad, generando oportunidades de negocios que permitan aumentar la producción de pymes.
—Cristian Carrillo