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La producción de artículos para el hogar, de cocina y cuchillería mantiene su tradición artesanal. Las pequeñas empresas del sector con ideas propias compiten con productos seriados chinos.

 

Cristal Avellaneda. La cooperativa exporta vajilla Durax a países de la región. (Juan Quiles)

Desde las rudimentarias herramientas utilizadas por los primeros hombres para ayudarse en la alimentación, hasta los actuales utensilios de cocina, la construcción de estos objetos mantiene –en su mayoría– cierta lógica artesanal que los distingue. La producción de artículos de bazar se encuentra en manos de pequeñas firmas que, en muchos casos, no responden a un único sector industrial. Su confección las ubica como un sub-rubro dentro de la cadena metalúrgica, del vidrio, textil, maderera o plástica. Es un segmento heterogéneo que aprendió a convivir con el ingreso indiscriminado de artículos importados en los 90, con nuevas tendencias que volvieron obsoletos sus modelos y con los vaivenes de la demanda doméstica. Desde cooperativas como Cristalux (Durax) hasta empresas familiares compiten con productos importados por diseños en el mercado interno. El Sello de Buen Diseño que otorgan instituciones universitarias, cámaras empresarias y organismos públicos es una importante herramienta de promoción.
Los artículos de bazar, menaje y cocción tradicionales, como las cacerolas, ollas, sartenes, freidores, pizzeras, parrillas, planchas, ralladores, tostadores y asaderas –además de platos, vasos y cubiertos– conviven con propuestas más audaces, como bases para exhibir tortas con diseños retro, latas de galletitas antiguas, carameleras, manteles y delantales con volados y flores. La oferta parece infinita pero la tendencia es caprichosa. Debido a que las modas en el rubro suelen ser también importadas, la necesidad de contar con una identidad propia es fundamental para seguir ocupando un lugar en los anaqueles de bazares chic, sin perder presencia en locales gastronómicos y megatiendas, donde abundan los productos chinos a bajo costo.
La actividad manufacturera comienza a recuperarse luego del estancamiento en el que ingresó el año pasado, en sintonía con el deterioro de los términos de intercambio globales. Según la encuesta cualitativa realizada por el INDEC para el próximo trimestre, el 70,7% de las firmas consultadas anticipa un ritmo estable en la demanda interna, mientras que se reparte entre 15,2% y 14,1% el número de empresas que vislumbra una baja y una suba respectivamente. Dentro de la industria metalmecánica, con excepción del sector automotor, se registraron en marzo pasado las primeras mejoras, de 3,2% mensual y de 3,7% interanual. Lo mismo sucedió con las manufacturas plásticas, con mejoras de 3,2% y 3,7% mensual y anual respectivamente. Estos son los principales insumos en artículos seriados de bazar. Según información de la Cámara Argentina de la Mediana Empresas (CAME), las ventas de artículos de bazares y regalerías habían descendido un 9,8% en junio de 2014 respecto a igual mes del año anterior.

Made in
Desde 2010 se realiza un evento público-privado con apoyo de instituciones técnicas y educativas, que tiene como objetivo definir lo que se denomina el Sello de Buen Diseño argentino. El proyecto busca brindar una identidad a los artículos que se producen en el país, que además de representar calidad en el proceso de fabricación certificada contemple aspectos del mercado interno. El Sello acompaña el trabajo y apuesta a la industria nacional que está en constante crecimiento. Este proceso se ve estimulado por la participación del Comité Evaluador, compuesto por cámaras empresariales, universidades, profesionales del diseño y funcionarios nacionales, que evalúa los productos y realiza devoluciones integrales desde el punto de vista del diseño, incluyendo variables como mercado al que se dirige, funcionalidad, ciclo de vida, su aporte al desarrollo sustentable y la eficiencia de los procesos.
Son varios los sectores que obtuvieron la certificación. Coludís es una empresa de producción y comercialización de artículos de bazar, menaje y cocción. «En nuestras plantas realizamos el proceso completo de producción, desde el corte de la chapa de hierro y acero inoxidable hasta el esmaltado», explicaron desde la firma. En el rubro metalúrgico se destaca la firma Essen, que obtuvo varios reconocimientos en Sello por su EcoHorno, Bifera Doble o Essen Aluminio. «Pasamos de ser una fábrica familiar a una empresa que no tiene nada que envidiarle a sus competidores internacionales», aseguran. «El programa nos ayudó a llegar al máximo nivel», agregan. En la misma sintonía se encuentran los proyectos Salamanca o Bastone, una empresa nacional dedicada a la fabricación y comercialización de artículos de alambre.
En el segmento vidrios, el caso más llamativo es el de la Cooperativa Cristal Avellaneda, que comenzó a funcionar como tal en julio de 2002 de la mano de ex trabajadores de la empresa Cristalux (que produce Durax), que en noviembre de 1999 presentó quiebra. Desde ese año la cooperativa inició el proceso de recuperación de la capacidad productiva y las fuentes de trabajo para los 110 asociados actuales. En la actualidad producen vasos soplados Luxor, Dural, copas Cristala y la vajilla templada Durax. «Está hecho por la misma gente y el mismo ímpetu creativo e innovador», señalan desde la cooperativa que exporta a Latinoamérica.
También hay productos vinculados por la preeminencia de algún material con el sector plástico, maderas y textiles. Obtuvieron distinciones en el ámbito del Sello de Buen Diseño la Línea Mimbre, de vajilla orilla y de bandejas de recepción con sistemas de exhibición para buffet, de la firma AJI SA, y Plásticos Técnicos Industriales. El 92% de empresas del sector cuentan con hasta 30 empleados.

Cristian Carrillo

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