La filial Mar del Plata Centro de Credicoop organizó una charla donde especialistas brindaron una mirada acerca de la actual coyuntura nacional y las perspectivas a futuro. Panorama complejo en un contexto de cambio permanente.
29 de junio de 2017
Un nuevo mundo. Gallo y Studnitz analizaron el escenario argentino e internacional.
Como parte de una agenda de charlas abiertas a la comunidad, se realizó en la filial Mar del Plata Centro del Banco Credicoop el panel «La economía argentina en un nuevo mundo», que contó con las exposiciones de los licenciados en economía Marcos Gallo y Lucía Studnitz. La charla fue organizada por la comisión de asociados, en el marco de una serie de debates sobre temas de actualidad.
Studnitz abrió el panel con una descripción del panorama internacional: «Pensar el mundo actual merece realizar un análisis de lo que está sucediendo luego de la crisis financiera de 2008 en las principales potencias, que luego se trasladó al resto del mundo. Las empresas multinacionales quisieron recuperar parte de las enormes pérdidas que tuvieron a comienzos de la crisis y se fueron generando grandes crisis económicas en decenas de países, no solo en los de la periferia, sino también en las potencias». Allí surgió, según su análisis «una nueva distribución del poder económico mundial que dio paso a bloques comerciales y distintos regionalismos. Junto a la caída del poderío económico de las potencias tradicionales, se produjo el crecimiento de China y Rusia, lo que generó una nueva distribución del PBI mundial. Las estructuras económicas tradicionales se rompen y dan paso a nuevas formas económicas, políticas y financieras».
Gallo, por su parte, analizó la política económica de la actual administración nacional. «Se puede caracterizar como la búsqueda de transformar a la Argentina en un país primario exportador, simplificando la estructura productiva y desarticulando la producción industrial sobre todo la más compleja», resumió. Para el especialista «hay dos grandes ejes que caracterizan esta actualidad: una agresión sistemática al mercado interno, con caída del consumo, altas tasas de interés que sostienen la bicicleta financiera, apertura de las importaciones y aumentos de tarifas de servicios básicos. El segundo gran eje es la potenciación de los sectores perceptores de renta, que imponen condiciones de precios de venta con beneficios extraordinarios gracias a su posición privilegiada». También abordó el impacto de la devaluación y la suba de tarifas en los salarios, el desfinanciamiento del presupuesto público y el aumento del déficit fiscal, que es financiado con deuda, factores que plantean un panorama preocupante.
