Economía real

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Burgos. «En televisión no van a aprender de economía, allí se dan eslóganes vacíos».

 

Como parte de las actividades culturales y de formación para asociados que periódicamente organizan las comisiones de asociados del Banco Credicoop, Martín Burgos, economista e investigador del Centro Cultural de la Cooperación, ofreció una charla en la filial Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires. Ante un público integrado por dirigentes, asociados, empresarios y profesionales, Burgos abordó cuestiones como inflación, fuga de capitales y el vínculo entre economía y medios de comunicación.
«En la televisión no van a aprender de economía. Para saber tienen que ver la plata que entra y que sale de su bolsillo o cómo funciona su fábrica», dijo el economista al comenzar su exposición. «En el estudio de televisión –continuó– se arman conceptos económicos que son eslóganes, disociados de la realidad. Por ejemplo, la postura de que la emisión monetaria crea inflación, que es una teoría de los años 70 que ni siquiera en los Estados Unidos sustentan los “Chicago Boys”. Ya son debates superados. Sin embargo, son debates que aparecen en la televisión argentina. Es lo que llamo economía basura», sostuvo Burgos, coordinador del departamento de Economía Política del ccc.
El economista explicó también algunos de los factores que inciden en el proceso inflacionario. «Si miramos los shocks inflacionarios de los últimos 15 años vemos que el denominador común son las devaluaciones: todos los costos que se tienen en dólares se trasladan a los precios», indicó. En ese sentido, Burgos remarcó también el aumento de los precios de los alimentos hacia 2008 –durante la crisis financiera global– como otra de las causas de la inflación. «La mercancía global que exporta la Argentina es lo que comemos: carne y trigo. Cada devaluación mejora la ganancia de los exportadores pero se encarece para los consumidores», analizó el especialista, que subrayó además el caso de la soja y el «juego de las finanzas en los commodities agrícolas», que promovieron un campo «sin diversificación, que reemplaza vacas por soja afectando el precio de la producción de carne». «Un campo simple no nos sirve», dijo Burgos al evaluar las oportunidades del sector para generar productos con valor agregado.
A su vez, el investigador destacó el papel de los Estados como «apuntaladores» en la definición de políticas económicas para el consumo, el trabajo y la resolución de desequilibrios. «El Estado –concluyó– tiene que salir a gastar para que la economía funcione».

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