El gran titiritero

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Se presentó en la sala Tuñón del CCC «La poesía en mameluco», libro sobre la vida y la obra del recordado artista. Anécdotas, imágenes y pensamientos.

 

Evocación. Los panelistas destacaron su espíritu creativo y trashumante. (Jorge Aloy)

A mi me tocó nacer y crecer dentro de un teatro. En esa casa teatro se hacían títeres, por supuesto, pero también se hacía literatura, era un gran taller, un gran estudio, un gran laboratorio». Con estas palabras, el director artístico del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Juano Villafañe, recordó la morada de su infancia y abrió el encuentro, realizado en la sala Raúl González Tuñón, en el que se presentó el libro Javier Villafañe. La poesía en mameluco, del escritor Sergio Marelli, que recorre la vida y la obra de su padre, el gran titiritero y poeta que trajinó por diversos pueblos de América Latina con su carreta La andariega, tirada por caballos. Villafañe se refirió luego al contexto cultural en el que transcurrió su infancia, en la década del 50. «Era interesante ver los contrastes que se suscitaban en una casa en donde vivían intelectuales de tradición comunista pero inmersos en un clima político teñido por el fenómeno peronista que comenzaba a desarrollarse en la Argentina», dijo. Villafañe también recordó que su padre fundó unos 700 teatros de títeres a lo largo y ancho del territorio nacional. «Su historia ambulatoria con esa cámara de títeres, ese retablo, esa cámara de ilusión que funcionaba con imágenes, con metáforas móviles, generaba un impacto de alto nivel para los niños y el país», comentó. Retomando el espíritu que imprimía el artista a su trabajo, Villafañe subrayó la importancia de recuperar la tradición teatral mixturada con las vanguardias latinoamericanas de las décadas del 50, 60 y 70 y las formas de educar a través del arte en tiempos en los cuales no existía la televisión. «En esas tradiciones –sostuvo el director artístico del CCC– se instala el libro de Sergio, que reúne historias y anécdotas de mi padre con sus amigos, sus colegas, sus compañeros de viaje», comentó en relación a la compilación realizada por el autor del libro, en la que se incluyen testimonios de personalidades que conocieron al titiritero, como Eduardo Galeano, Pepe Soriano, Roberto Fernández Retamar, René Lavand  y Hamlet Lima Quintana, entre otras.
«Este libro muestra cómo están creciendo los estudios y la institucionalización de los títeres en la Argentina, cambios que yo observo cada vez más en crecimiento», señaló Dubatti y destacó la participación de investigadores jóvenes y la creación de nuevos seminarios, carreras y posgrados en relación al arte de las marionetas, aunque advirtió que en la Argentina la bibliografía en la temática aún sigue siendo escasa. Por último, el crítico e investigador teatral destacó la calidad del material iconográfico y el pensamiento y la filosofía de Javier Villafañe, plasmada en la obra. «Creo que una de las cosas más potentes del libro –señaló Dubatti–, son los textos teóricos que escribió el poeta, que son realmente brillantes, pero lamentablemente poco conocidos».
A su turno, Marelli hizo mención a los primeros acercamientos que tuvo con el titiritero: «Tuve el privilegio de haber conocido a Javier Villafañe antes de saber quién era. Javier era una presencia asidua en mi casa de infancia, una presencia enormemente cautivante», dijo y añadió: «Gracias a Javier, conocí la poesía desde muy chico y aprendí que la poesía no está construida únicamente con palabras». «¿A qué mundo pertenecía Javier? –se preguntó Marelli– Javier pertenecía a todos los mundos, era un hombre de todos los mundos», dijo.
Al cierre de la presentación el compositor salteño Coco Romero musicalizó tres poemas de El gallo pinto, libro emblemático del gran titiritero argentino.

P. D. M.

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